Los problemas de abastecimiento no solo afectan a la operatividad de las grandes fábricas, a las cadenas de distribución o al sector primario. También alcanzan de lleno al Sergas. Tan solo cinco días después de iniciarse la huelga del transporte, la Consellería de Sanidade constató ayer que las entregas de material sanitario se habían reducido entre un 40% y un 50% con respecto a una jornada normal. El jueves ya se tuvo que optar por varias alternativas de material para poder realizar alguna intervención quirúrgica y ayer el Sergas articuló un sistema de acreditación especial para evitar que los piquetes bloquearan los transportes con componentes sanitarios. Preguntado sobre la posibilidad de que la huelga pudiera alterar la agenda de intervenciones quirúrgicas por el bloqueo de suministros al Sergas, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, confesó su “preocupación” por este riesgo, aunque confiaba en que las medidas impulsadas por la Xunta sirviesen para no tener que reprogramar operaciones.
Previamente, la Consellería de Sanidade había advertido de que la huelga del transporte iniciada el pasado lunes tiene ya “una repercusión importante” en la entrega de pedidos de material en la Plataforma Loxística Sanitaria de Galicia, ubicada en Negreira (A Coruña), almacén desde el que se distribuyen los suministros a los hospitales de Galicia. Ante la caída entre un 40% y un 50% de las entregas realizadas, el Sergas procedió a “adoptar diferentes medidas” con el fin de “minimizar al máximo el impacto de la huelga” y reducir el riesgo de tener que reprogramar intervenciones quirúrgicas.
Acreditación especial
Sanidade contactó con los proveedores “más importantes” que desde el lunes dejaron de suministrar material y facilitó acreditaciones a las empresas con cargas completas y habituales para el Sergas en las que “se advierte de un modo específico que transportan material sanitario” para la sanidad gallega. También flexibilizó el horario de entregas y la recepción del material en la plataforma de Negreira, de forma se podrá hacer incluso de noche”.
Además, el Sergas ha identificado los artículos almacenados “con existencias por debajo de su stock de seguridad” con el objeto de “buscar alternativas en el caso de ser necesario”.
También dentro del ámbito sanitario, la patronal de las farmacias alerta de que los siguientes que pueden tener problemas de abastecimiento, si persiste la protesta de los camioneros, van a ser ellos, lo que provocaría “un problema muy grande” al tratarse de medicamentos. Asegura que tienen reservas para un mes, pero ya albergan miedo por si se prolonga el paro de los transportistas.
Corredores de seguridad
Con la huelga como telón de fondo, el Ejecutivo gallego ha encontrado un nuevo motivo para censurar la gestión del Gobierno central. El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, reclamó a Moncloa que negocie con los transportistas para poner fin al conflicto y demandó que se pongan a disposición todas las fuerzas de seguridad del Estado para garantizar que el transporte pueda seguir funcionando. De hecho, propuso que, si fuese necesario, “también se movilice al ejército”.
Tras la reunión del comité gallego ante la crisis de Ucrania, en la que también participó el delegado del Gobierno; Alfonso Rueda calificó la situación de “muy grave” e instó a Madrid que habilite “un plan de contingencia” y “corredores seguros” mientras no se resuelva el conflicto. El delegado del Gobierno, José Miñones, le respondió que Moncloa ya ha puesto todas las fuerzas de seguridad disponibles para que las empresas puedan seguir realizando los transportes sin interrupciones.
Reunión con el sector
La demanda de “corredores seguros” para garantizar el suministro a los servicios esenciales también fue planteada por otros miembros del Gobierno gallego (Ethel Vázquez, Rosa Quintana y José González) tras reunirse con representantes del sector del transporte de mercancías (Apetamcor), que demanda soluciones al Gobierno central ante el encarecimiento de los costes que los hace “trabajar a pérdidas”.
La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, incidió en que existe “un problema importante” en la distribución de materiales sanitarios por los paros, que tiene “en jaque” al sector primario y pone en riesgo “el bienestar animal” por la falta de suministros a las granjas.
Además, también advirtió de las consecuencias sobre la salud pública que provoca el impacto de los paros sobre la retirada de lodos y residuos de las depuradoras de aguas. Por todo ello, la Xunta considera necesario que el Gobierno habilite “corredores seguros” para la prestación de servicios esenciales en aras de evitar “actos vandálicos” contra los camioneros que mantienen su actividad.
La industria retoma la recogida de leche en la comunidad gallega
Las industrias lácteas gallegas retomaron ayer la recogida de leche en las explotaciones, después de que Lactalis la suspendiese el jueves y otras empresas del sector amenazasen con hacerlo ayer si persistía el bloqueo a sus instalaciones a causa del paro del transporte, ya que no podían almacenar más producto en sus silos.
Sin embargo, muchos ganaderos al no tener noticias de la empresa ya habían vaciado el producto previamente ante la necesidad de almacenar el ordeño de la mañana, sobre todo, en la zona de Lalín y Silleda, en la provincia de Pontevedra.También en granjas de Lugo se ha vertido leche de tanques por la falta de recogida.
Pero si el sector lácteo ha recuperado en cierto modo la normalidad, al menos momentáneamente, las producciones amparadas bajo la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega, y de forma más acusada la ganadería tradicional que produce Ternera Gallega Suprema, advirtieron ayer de que se encuentran en su momento “más crítico, que incluso condiciona su viabilidad futura”.
La marca recuerda que, con el comienzo de la pandemia, el sector cárnico de vacuno de calidad gallego “viene sufriendo una crisis económica continuada, provocada inicialmente por una caída significativa de los precios y agravada posteriormente por el alza desproporcionado de los costes de producción”, derivada del incremento de los precios de la energía, de los combustibles, de los abonos y de las materias primas como los cereales para alimentación del ganado.