La ministra de Industria, Reyes Maroto, aún tiene “confianza” en trabajar para lograr un “buen fin” al conflicto de la planta de Vestas en Viveiro (Lugo), pese a que los trabajadores aceptaron una conciliación económica previa al juicio que estaba previsto celebrar por su reclamación contra el despido colectivo, que se hace efectivo este viernes 31, con el cese de la actividad en la factoría, reconvertida ahora en un centro de mantenimiento.