Abanca siempre dejó claro que la sostenibilidad no es algo nuevo para la entidad, con una red muy capilarizada en toda la región, su gran cuota de mercado entre empresas y particulares y la inversión social directa y a través de Afundación. Pero el concepto ahora va mucho más allá de la perdurabilidad del negocio en el tiempo. Al igual que para el resto de actividades y en la sociedad en general, el sector bancario asume como prioridades la transición energética y el cambio de la economía hacia un modelo hecho por y para las personas, con un papel fundamental en su caso por la función que desempeña de abono al tejido productivo con el crédito. El líder financiero de Galicia tiene su propio Plan de Acción de Banca Responsable y Sostenible hasta 2024. Internamente la hoja de ruta se llama Sentir Planeta y entre los objetivos destacan las acciones para paliar los efectos del cambio climático, la integración de los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo en la política de gestión interna –incluida el área de riesgos que da el beneplácito a las operaciones– y el apoyo a los clientes en ese salto a la nueva economía, con la mente puesta en que Abanca sea neutra en emisiones cuando acabe la actual hoja de ruta y dejar el saldo a cero en 2050. Sus responsables ya avanzaron en la presentación el pasado mes de mayo que la cartera de productos al completo tendría una alternativa sostenible y en esa línea va la primera emisión de bonos verdes de su historia.

Después de varias semanas de contactos para presentar a los inversores la emisión y las líneas generales que la entidad incorporará a su nuevo plan estratégico pendiente aún de hacerse público, Abanca se estrenó ayer en el efervescente mercado de la deuda destinada a proyectos sostenibles. El importe de la emisión asciende a 500 millones de euros. Fitch le dio una nota de BBB- y Moody’s llegó a Baa3. Los rating, según destacó el banco en una nota de prensa, “confieren a los títulos el grado de inversión, permitiendo acceder a la parte más exigente del espectro inversor”. La demanda ha llegado a superar el triple de la oferta y el cupón se queda finalmente en el 0,5%. Los bonos se colocaron entre “clientes profesionales” y otros inversores, entre los que sobresale una “notable presencia”, apunta la entidad, de fondos especializados precisamente en este tipo de deuda. Cuenta también con el aval de la calificadora Sustainalytics, que se centra en la verificación del desempeño ambiental, social y de gobierno corporativo de las compañías. “Como tercero independiente, ha revisado la bondad del marco y de los compromisos que en él se recogen”, explica Abanca.

La primera entidad financiera de Galicia continúa avanzando con esta emisión en su hoja de ruta “de cara al cumplimiento mínimo de fondos propios y pasivos admisibles fijado por el regulador”. El nivel ahora mismo se sitúa 150 puntos básicos por encima de los requerimientos para el próximo 2022. Además de cumplir uno de los retos recogidos en Sentir Planeta, la emisión permite a Abanca seguir elevando su colchón de provisiones anticrisis. “El compromiso con el medio ambiente y la banca socialmente responsable –añade– han formado parte del ADN de Abanca desde su origen y son principios directores de su actuación”.

Sostenibilidad

1 Perfil alto de inversor

Además de clientes profesionales, entre los que acudieron a la oferta hay una “notable presencia” de inversores especializados en este tipo de deuda.

2 El plan Sentir Planeta

Abanca quiere ser neutra en emisiones en 2024 y llegar a cero en 2050, con una alternativa sostenible a toda su cartera de productos en su plan.