El Gobierno del Sultanato de Omán buscaba nuevo propietario para el 12% del capital que tenía a través de Oman Oil en Redes Energéticas Nacionais (REN), el operador del transporte de electricidad en Portugal, con negocios también en el área del gas. Lo anunció en mayo, aunque sin “una decisión formal” en aquel momento, pendiente de que hubiera unas “buenas condiciones del mercado”. Las encontró con Amancio Ortega. El fundador de Inditex se ha hecho con la participación de 80,1 millones de títulos, valorada en más de 188 millones de euros, según la notificación enviada al supervisor bursátil luso por su family office, Pontegadea, convertida en segunda accionista del transportista eléctrico del país vecino ni 24 horas después de hacerlo en el grupo que se encarga de las mismas funciones aquí, Red Eléctrica de España (REE). El jueves comunicó la adquisición del 5% de REE –que, a su vez, tiene el 5% de REN– por más de 450 millones.

Desde Pontegadea aseguran que las razones son las mismas en varias operaciones, al igual que la de la entrada hace año y medio en Enagás (5%). Ortega apuesta por el sector energético, pero no de productoras o comercializadoras, sino en actividades reguladas. Son inversiones “tranquilas, estables, previsibles”, lejos de especulaciones, porque los ingresos de ambos operadores están marcados por ley y su papel es fundamental en la transición energética.

La diferencia está en el destino. Pontegadea ve Portugal como “un mercado cercano” y que conoce muy bien el propio Ortega desde las primeras aperturas de tiendas de Inditex en 1988 y el desembarco de su faceta inmobiliaria en 2002. La cartera de Pontegadea cuenta con activos de retail, oficinas y hoteles al otro lado del Miño.