Tras meses de parálisis en un mercado estático por el COVID, se aviva el apetito inversor en Galicia. Una primera etapa de la pandemia, en el que las consultorías tuvieron que lidiar con un aluvión de peticiones asociadas a los cambios legislativos imprevistos, deja paso al asesoramiento sobre adquisiciones corporativas. “Empiezan a surgir oportunidades asociadas a empresas que no iban bien. Y las que van bien ojean el mercado en busca de oportunidades de concentración o compra”, explica Eva Hernando, socia de Grant Thornton.
La de los últimos meses ya no es una consulta de emergencia, como al inicio de la pandemia. “Ahora hay mucho dinero en el mercado con ganas de invertirse. Un ejemplo son los fondos, que parece que estuvieron parados de marzo a septiembre. Ahora tienen que invertir y quieren invertir, porque hay dinero en la economía”, complementa José Ramón Cuervo, socio de la misma firma.
En Vigo, la firma de servicios profesionales ha experimentado un crecimiento del 30% en el último año. Un empuje que ha aprovechado para estrenar nueva sede en la ciudad olívica, tras tres años de trayectoria. Ubicada en el número 20 de la Plaza de Compostela, Grant Thornton amplía su espacio de oficinas después triplicar el tamaño de su plantilla e incorporar nuevas especialidades de derechos de los negocios: mercantil y fiscal.
Al inicio de la pandemia, con los cambios de normativa de los domingos, se multiplicaron por cuatro las consultas, detalla Cuervo. Las hubo de dos tipos: las del cliente que estaba sometido a suspensión de actividad, con preguntas laborales; y los sectores que experimentaron un incremento de actividad en el confinamiento y tenían consultas sobre exportaciones y exportaciones.
