Las paradas por la escasez mundial de microchips sigue castigando a la industria gallega de componentes. La última fábrica en plantear un ERTE para adaptarse a los vaivenes de la demanda es la de Gestamp Vigo en Porriño. En concreto, la dirección pide 100 días hasta final de año. Empresa y comité iniciaron ayer las negociaciones. Hoy, Stellantis-Vigo volverá a parar todo el día la producción por falta de estas piezas.