Las tres patronales del metal (Asime, Atra e Instalectra) y los sindicatos CC OO y UGT llegaron a pacto para el nuevo convenio del metal de la provincia de Pontevedra. La cita de ayer, a la que se llegó tras las protestas del sector y tras la suspensión hasta en dos ocasiones de las reuniones (por parte de la patronal) ante la falta de entendimiento, sirvió para sentar las bases de un preacuerdo que contempla una subida salarial del 0,5% en 2020 “sin generar atrasos” y del 1,75% para 2021 y otro tanto para 2022. En total, supone un incremento del 4% en los tres años de vigencia del texto, algo que celebraron desde los sindicatos firmantes, pero no así desde la CIG, que decidió no rubricar el convenio al entender de que “es una traición” para todos los trabajadores.

Al preacuerdo, que afecta a casi 30.000 trabajadores en la provincia, se llegó tras la amenaza de huelga por parte de los sindicatos para mañana y las movilizaciones realizadas en las últimas semanas. “Después de varios meses de lucha en las calles con concentraciones, asambleas y docenas de reuniones demostramos como con la unión y la organización de las y los trabajadores podremos seguir avanzando en la lucha por conquistar más derechos y mejores condiciones”, recalcaron desde CC OO y UGT a través de un comunicado conjunto.

Por parte de la patronal, Asime –ejerciendo de portavoz– trasladó que el preacuerdo “es fundamental para aportar estabilidad y paz social” clave “para recuperar la facturación y el empleo perdido en los últimos meses”. “Siempre es perjudicial cualquier huelga y actualmente las empresas están intentando iniciar el camino hacia la tan ansiada recuperación, que confiamos pueda llegar a partir del primer semestre de este año”, apuntaron.

El texto rubricado de forma preliminar (que recoge la suspensión de la movilización) incluye una indemnización por el fin de contrato no indefinido, que “se pagará al finalizar el contrato no indefinido en las contrataciones realizadas a partir de la publicación del convenio en el BOP Pontevedra”. Además, los atrasos de 2021 “se podrán pagar en un periodo máximo de 3 meses desde la publicación del convenio en el BOP Pontevedra”, explicaron desde Asime.

Por otro lado, se crea una comisión de igualdad y un protocolo sobre el acoso (laboral, sexual y de género) y no se incluyen las propuestas de inclusión de ETT en el sector, algo a lo que “se vio obligada” la patronal, según los sindicatos.

Sin embargo, en el texto sí que figura una de las principales reclamaciones de la patronal, que es el pago del complemento de eventualidad al finalizar el contrato. Esto supone, según CC OO y UGT, “que no se pierde ningún derecho y que los 20 días por año trabajado serán sobre los ingresos reales y no una cantidad fija, e inferior, como estaba siendo hasta ahora”.

La opinión de las dos centrales, sin embargo, choca frontalmente con la CIG. El sindicado decidió no firmar alegando “una nueva traición a la clase trabajadora” y “un paripé” por parte de CC OO y UGT. Denuncian que el convenio “fue cocinado antes de la reunión” y mostraron “preocupación por lo que puede suceder en 2023, cuando se negocie la renovación del convenio”.

Principales puntos

1 -Alza salarial de un 4% en tres años

El nuevo convenio del metal se firmará por tres años (2020-2022) y supondrá una subida salarial del 4%: 0,5% en 2020 y 1,75% en las otras dos anualidades.

2 - ETT y pago de eventualidad

En el texto finalmente no se incluyen las ETT, pero sí el pago a final de contrato del complemento de eventualidad en lugar de mes a mes, como pedían en un principio los tres sindicatos.