El grupo Stellantis, nacido de la fusión de PSA y FCA, presentó ayer sus primeros resultados tras la unión de las dos compañías. El CEO de la firma, Carlos Tavares, destacó que ambas firmas lograron cerrar 2020 con beneficios pese a los efectos negativos de la crisis sanitaria y económica vinculada con el coronavirus, aunque eso sí, con una bajada del 62%. Durante la rueda de prensa, Tavares destacó la “solidez financiera” del grupo, que, en su opinión, “reúne a dos empresas fuertes y sanas”.

En lo que respecta al Grupo PSA, el 2020 finalizó con un beneficio neto atribuido de 2.173 millones de euros, lo que representa una disminución del 32%, mientras que sus ingresos alcanzaron los 60.734 millones de euros, un 18,7% menos.

PSA se anotó unas ganancias operativas de 3.054 millones de euros, 34,5% menos, mientras que el beneficio operativo ajustado fue de 3.685 millones de euros, un 41% menos. Faurecia, por su parte, recortó un 74,3% su beneficio operativo, hasta 315 millones de euros.

En el caso de Fiat Chrysler Automobiles, la empresa logró mantenerse en positivo, con un beneficio neto de 24 millones, lo que se traduce en una fuerte caída del 99%. La compañía contabilizó en 2020 una cifra de negocio de 86.676 millones de euros (-19,8%) y finalizó con un beneficio operativo ajustado de 3.742 millones de euros, (-43,8%).

“Stellantis empieza bien y con fuerza y se enfoca totalmente en conseguir el conjunto de sinergias esperadas y anunciadas”, aseguró Tavares, que también hizo alusión en su intervención a la escasez mundial de microchips que está afectando al sector de la automoción. “No estoy seguro de que la crisis de semiconductores mejore en el segundo semestre”, indicó a preguntas de los periodistas. Para el portugués la repercusión de estas crisis “es desconocida” y que Stellantis está siendo capaz de “enfrentar este problema”, como en el caso de la planta de Balaídos.