En el año 2004 Pescanova SA (vieja Pescanova) no había iniciado su desbocado viaje hacia el objetivo, no consumado, de ser la líder mundial del sector. Una travesía que causó una quiebra de 3.650 millones de euros, ejecutada con todo tipo de tretas e ilegalidades por las que su entonces presidente, Manuel Fernández de Sousa, ha sido condenado a ocho años de prisión. En aquel momento, la compañía reportaba unas venas de 933 millones de euros. Contaba con un volumen de activos de cerca de 851 millones, y un inmovilizado material de 270. Son los valores más similares a los que muestran las últimas cuentas anuales consolidadas disponibles (2019) de Nueva Pescanova, heredera del negocio de la SA. El perímetro de instalaciones productivas ha adelgazado de forma notable desde la toma de control de las entidades financieras. Y ha sido progresivo. Pero no ha repercutido en las ventas: factura más ahora.

En esta última memoria, remitida al Registro Mercantil, el grupo anunció la “descontinuación de las actividades acuícolas” en Brasil, donde cultivaba tilapia. Fue la penúltima gran desinversión. Hasta que llegó la venta de la filial Katei Alimentación, que avanzó FARO, con la que Nueva Pescanova abastecía de sushi los lineales de Mercadona. Con la compañía de distribución como gran valedora, Katei pasó de unas ventas de apenas 46.500 euros a casi 13,3 millones de 2019 en solo un año. Fue considerada como no core (no estratégica). Pero la ronda de desinversiones empezó mucho antes, previamente incluso a la constitución de Nueva Pescanova SA.

En 2018 validó la venta de la filial ecuatoriana Balnova (Balanceados Nova), dedicada a la producción de piensos para acuicultura con capacidad de producción de 40.000 toneladas anuales. Harinas y Sémolas del Noroeste (Hasenosa), Nova Honduras o Acuinova Actividades Piscícolas (la macroplanta de rodaballo en Mira, Portugal) han ido engordando esta lista de desinversiones del grupo, junto con naves industriales en España y locales comerciales en suelo francés. Durante su proceso concursal (2013), todavía como Pescanova SA, salieron del mapa consolidado filiales con actividad en Chile (Pesca Chile, de pesca extractiva y acuícola), Australia (Austral Fisheries), Malvinas (Lafonia) o España (Acuinova Andalucía o Insuiña Chapela).