El presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, afirmó ayer que la resolución del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anula el ERE planteado por la multinacional ha provocado una “satisfacción tremenda” entre los trabajadores y avisa de que ahora la compañía tiene que “sentarse a negociar” o el Gobierno “intervenir la planta”.

Es la primera reacción de la plantilla tras la sentencia que les da la razón en que “Alcoa estaba actuando de mala fe” y que el despido colectivo de 524 trabajadores respondía a “una decisión estratégica de la compañía, que nada tenía que ver con temas estructurales”, como “el precio de la luz o el precio del aluminio”. El comité está dispuesto a suspender la huelga si la empresa “se sienta a negociar una solución” para continuar “con el 100% de la producción (reactivando las cubas que fueron paradas) y el 100% de los puestos de trabajo” y renuncia a presentar recurso ante el Tribunal Supremo.

Impacto de 8 millones

La multinacional insiste en la necesidad de restructurar la planta de aluminio primario, la última de España en activo, por sus “problemas estructurales”. Tras el fallo que anula el ERE, Alcoa insistió en que actuó “de buena fe” e informó de que estudiará sus siguientes pasos. Por el momento, paraliza los despidos. La firma asegura, además, que debido a la huelga que mantienen los trabajadores tanto de la fundición de aluminio (la parte que quiere cerrar) como en la refinería de alúmina (que pretende mantener), registrará un impacto negativo antes de impuestos en el cuarto trimestre de unos 10 millones de dólares (8,2 millones de euros), sobre todo relacionados con la refinería. Y apostilla que la sentencia del tribunal “no resuelve la huelga”.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, celebró ayer en Twitter que “es una buena noticia que la multinacional estadounidense del aluminio Alcoa anuncie la paralización del proceso de despidos” .

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, aplaudió ayer que se abre una “nueva fase” en “un conflicto innecesario”, en la que debe prevalecer la voluntad de “acuerdo” entre las partes para “garantizar” una solución que permita dar continuidad a la actividad en la factoría de A Mariña y que es preferible que se dé por la vía de la venta antes que por una intervención.

“Creemos que la mejor opción para Alcoa sería sentarse a negociar, pero vemos que sus directivos están empeñados en hacer todo lo contrario”, lamentó Zan. Las decisiones de los próximos días serán cruciales.