Transmediterránea está en la cuerda floja. Su dueña, Naviera Armas, ha pedido el rescate a la Sepi y los sindicatos cargan contra la dirección de la compañía por “no aclarar el rumbo que va a tomar” y “deje a los trabajadores a los pies de los caballos”. CC OO asegura que en una reunión el pasado viernes “se presentó con las manos vacías” y exige un plan de viabilidad.