UGT ha enviado una carta a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en la que expresa su oposición al impuesto de matriculación (el WLTP) que entrará en vigor en enero del próximo año. El sindicato considera que este impuesto, vinculado a las emisiones, tendrá un efecto “muy negativo” para el conjunto del sector, tanto en lo que se refiere a la fabricación de vehículos como a su propia venta, al gravar el precio de estos entre 800 y 1.100 euros.

“Con esta medida se pone en riesgo no sólo a las plantas productoras y a los concesionarios sino también al tejido industrial y al propio empleo”, advierte UGT en el escrito.

El sindicato muestra su preocupación por que estas decisiones de calado “no son adoptadas por el Ministerio de Industria sino por el Ministerio de Transición, que no conoce el sector con la misma profundidad”. Aunque defiende la necesidad por ir hacia vehículos verdes y 0 emisiones, UGT reclama que esta transición se aborde “de forma ordenada, justa y coherente”.