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El último barco para Armas

La naviera, que descarta estar en quiebra, negocia “in extremis” una refinanciación de su deuda con los principales bonistas

El ferri “Villa de Teror”, entregado hace un año por Factorías Vulcano. | // ALBA VILLAR

Diez barcos de Naviera Armas llevan el sello de Hijos de J. Barreras, y otro –para su filial Trasmediterránea– de la desaparecida Factorías Vulcano. Esta atarazana desapareció diciendo adiós al ferri Villa de Teror; la de Beiramar todavía tiene en vigor el contrato de otro, de 191 metros de eslora, del que nunca se cortó un centímetro de chapa. Tendría que entregarse en abril de 2021. Es un cliente histórico del naval de Vigo y está en una situación muy delicada.

Ayer admitió haber solicitado una refinanciación de su deuda corporativa: “Ante la afectación de la demanda derivada de la crisis del Covid-19, y con el objetivo de preservar su liquidez y optimizar su estructura de capital, ha iniciado conversaciones con los representantes de los principales bonistas, para refinanciar o reestructurar los bonos con vencimiento en 2023 y 2024, que esperamos fructifique en la próximas semana”. Salió así al paso de informaciones que aseguraban que la solicitud de concurso de acreedores (suspensión de pagos) era inminente. “Naviera Armas Trasmediterránea no se encuentra en situación de preconcurso ni concurso de acreedores”, zanjó.

La compañía acudió al mercado para financiarse con dos emisiones de bonos que vencen en 2023 y 2024, por importe de 282 y 300 millones de euros, respectivamente. Estos bonos devengan intereses (cupón) periódicos, como una cuota hipotecaria. Según ha publicado El Confidencial en fuentes próximas a Armas, el 16 de noviembre tendría que abonar uno de estos pagos, vinculado a la emisión de 300 millones. La imposibilidad de satisfacer el desembolso es lo que ha forzado a la compañía a plantear una refinanciación o reestructuración de los bonos. Axa, Deutsche Bank y BlackRock están entre los titulares afectados; Banco Santander, CaixaBank, Bankia y Sabadell, entre los principales bancos acreedores. En mayo, en pleno cerrojazo a la economía, Armas ya fue auxiliada por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con un préstamo de 55 millones de euros. No fue suficiente; en agosto sumó otro de 75 millones, suscrito esta vez por los fondos HPS y Apollo, especializados en activos distressed.

La voz de alarma sobre la delicada situación de la naviera la dio, a principios de marzo, la agencia Moody’s, cuando rebajó un escalón más la nota de la compañía. Tiene categoría de bono basura, con “perspectiva negativa”. Los problemas de liquidez llevaron a Armas a desprenderse en diciembre de uno de sus barcos, el Ciudad de Cádiz (ex Albayzin), por 35 millones de euros. La agencia de calificación emplazaba a la compañía canaria a que se centrara en restablecer su tesorería, así como a materializar las sinergias previstas a raíz de la compra de Trasmediterránea. “Si bien Armas ha identificado dos buques que tiene la intención de vender antes de finales de 2020, y ha demostrado su capacidad para vender barcos en el pasado, Moody’s cree que si las condiciones macroeconómicas o los fundamentales operativos se deterioran, los fondos que la compañía prevé ingresar podrían ser inferiores a lo esperado, o bien que esas ventas no se realicen a tiempo para garantizar una liquidez suficiente”, añadía el informe. El deterioro llegó, con creces, con la pandemia del Covid-19.

CIEN MILLONES POR EL "VILLA DE TEROR"

Además del Ciudad de Cádiz, Naviera Armas se ha desprendido de su ferri más moderno: el Villa de Teror, construido en la desaparecida Factorías Vulcano. El Ministerio de Transportes de Canadá firmó, el 26 de agosto, la compra del buque, después de haber iniciado en julio un concurso público internacional para reemplazar al veterano MV Madeleine, de 39 años. La transacción se realizó por 100 millones de euros y a través de Naviera de Melenara (del grupo Armas), como consta en el portal de contratación y licitaciones del Ejecutivo canadiense (Buy & Sell, Public Works and Government Services Canada).

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