La tregua económica registrada durante el tercer trimestre del año le ha durado más bien poco a España. El Producto Interior Bruto (PIB) se desplomará este año mucho más de lo previsto, la recuperación será más lenta y el agujero de las arcas públicas será el más abultado de toda la UE, según las previsiones económicas de otoño presentadas ayer por la Comisión Europea.

Bruselas estima que la economía española se hundirá en el 2020 un 12,4%, como consecuencia de las medidas de contención adoptadas para mitigar la segunda ola del Covid-19, que la ha golpeado antes que a otros países. Habrá repunte el próximo año, pero la recuperación será menor y más lenta: con un crecimiento del PIB del 5,4% el 2021 y del 4,8% el 2022. El Gobierno prevé en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado un rebote del 9,8%, casi el doble de lo que ahora estima la UE.

Se trata de cálculos mucho más pesimistas que los avanzados en primavera, cuando Bruselas auguraba una contracción del 9,4% este año, seguido de un crecimiento del 7% el 2021. También empeora el cuadro macroeconómico presentado a principios de octubre por el Gobierno, que asumió un desplome de la actividad económica este año del 11,2%, seguido de un rebote del 7,2% el 2021. “La pandemia y las estrictas medidas de confinamiento puestas en marcha en España para contenerla han provocado una recesión sin precedentes de la actividad económica este año. Las medidas para limitar la pérdida de puestos de trabajo y apoyar al sector empresarial han amortiguado el impacto y la producción se recuperará con fuerza en la segunda mitad del año, pero la recuperación será desigual en todos los sectores y el aumento significativo de la tasa de desempleo de este año solo se revertirá parcialmente en los próximos dos años”, resume Bruselas.

Aunque el análisis se hace eco del fuerte repunte de la actividad durante el verano, tras la reapertura de las fronteras interiores y la reactivación limitada de sectores como el turismo, pronostica una ralentización en el último trimestre debido a una segunda oleada que ha golpeado a España con fuerza y mucho antes que a otros países. El comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, augura que el PIB español seguirá a finales del 2022 un 3% por debajo de los niveles previos al coronavirus.

El impacto será muy desigual y son los países “más dependientes del turismo” los que más tardarán en recuperar los niveles anteriores a la pandemia. No obstante, será España quien registrará este año la recesión más pronunciada, por delante de Italia (-9,9%), Francia (-9,4%), Portugal (-9,3%) y Grecia (-9%).

Todos ellos, muy lejos de los países del norte de Europa y de Alemania que se contraerá este año un 5,6%. El empeoramiento de los datos hará que la economía de la Eurozona se contraiga este año un 7,8% (7,4% en la UE) con un rebote limitado al 4,2% el 2021 (4,1%).

El análisis se hace eco del impacto positivo que han tenido los ERTE, prorrogados hasta finales de enero del 2021, a la hora de mitigar la pérdida de puestos de trabajo, especialmente en los sectores más tocados como el turismo, aunque pronostica que el paro seguirá subiendo. La Comisión proyecta una tasa de paro del 16,7% el 2020, que se disparará al 17,9% el 2021, por la terminación gradual de los ERTE, para caer al 17,3% al año siguiente.