Fueron 993 start-ups y crearon 7.000 empleos en el 2019 en España y Portugal. Ese universo de empresas en desarrollo corresponde a las compañías que participan en la última edición (2020) del premio Emprendedores XXI que organiza CaixaBank e, igualmente, son la base del estudio realizado por la entidad financiera y la escuela de negocios IESE, presentado ayer, sobre la actividad de las empresas en fase de desarrollo en la península ibérica. Esas empresas representan, aproximadamente, un cuarto del total de start-ups que existían en los dos países en ese momento, aunque no se puede extrapolar su actuación al ecosistema general de estas compañías, ya que "las que han tomado parte en el premio están por encima de la media y tienen el crecimiento como uno de sus objetivos claros, con lo que suelen estar en fase más avanzada", según Maria Júlia Prats, profesora del IESE encargada de la elaboración del estudio Observatorio DayOne de start-ups en Iberia.

Del análisis de la actividad de las firmas del estudio se deriva que tres de cada cinco start-ups crecen a un ritmo de tres dígitos, con un incremento medio entre 2018-2019 del 196%. La otra cara de la moneda es que dos de cada cinco no son rentables porque se encuentran en una fase de desarrollo que requiere inversión. Según Ana Díez, directora ejecutiva de negocios en emprendedores de CaixaBank, su objetivo es "actualizar anualmente el estudio del perfil del emprendedor para tener una visión panorámica y más global de este colectivo". "Pretendemos monitorizar a las compañías más jóvenes y extraer aspectos relevantes que apoyen a los equipos y a los distintos agentes del ecosistema para un mejor despliegue de sus capacidades", explica.

Equipos directivos

Sobre los equipos de las empresas analizadas se desprende que estos se caracterizan por su "solidez y su compromiso". El perfil habitual del emprendedor es una persona con formación superior, experiencia laboral y visión internacional. De hecho, seis de cada siete fundadores tienen un grado universitario o superior y uno de cada cuatro ha lanzado más de tres start-ups antes del proyecto actual. El 27% del total de fundadores son mujeres y se ha incrementado el número de equipos solo formados por estas, pasando del 9% en el 2019 a un 12% en la actualidad. El mayor porcentaje de mujeres se concentra en start-ups relacionadas con el sector del cuidado de la salud y la educación.

Pese a su reciente lanzamiento, casi la mitad de estas compañías ya venden en el mercado internacional, lo que también supone un incremento de la experiencia exterior respecto a los datos de años anteriores, cuando solo lo hacían un 37%. Además, el 56% de las empresas que realizan operaciones en mercados exteriores lo hacen online, y solo un 40% están dirigidas al mercado europeo, lo que significa que sus ventas están geográficamente más diversificadas. Esas características han permitido a muchas de ellas soportar con relativa entereza los efectos de la crisis del Covid-19. "Muchas han seguido llegando a los mercados de su interés", comentó Prats.

Elevada financiación

Las empresas analizadas han conseguido más de 600 millones de euros en financiación desde su fundación, de los que casi 500 millones son de capital. Las start-ups de Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana son las que han levantado un mayor volumen de financiación. Un total de 272 empresas han realizado su última ronda de financiación entre el 2018 y el 2019 por un importe total cercano a los 77 millones de euros y con un volumen medio de 258.000 euros.

La financiación proviene principalmente de fondos propios, y a medio plazo (entre dos y cinco años) estiman una necesidad de financiación de más de 700 millones. Esa previsión, sin embargo, "seguro que se verá modificada por la crisis sanitaria que ha obligado a muchas a consumir más recursos de lo que preveían", explicó Prats.

La mayoría de las empresas (93%) exponen como principal razón de su existencia cubrir de manera novedosa una necesidad del mercado. Y los principales retos a los que deben enfrentarse son el correcto desarrollo del producto, la consolidación y diversificación de la base de clientes, el reconocimiento de la marca y la escalabilidad del negocio. Como palancas del futuro, están dispuestas a buscar alianzas en el mercado y crecer internacionalmente.