El Gobierno pone por delante que está "comprometido con la industria y su competitividad" pero sostiene que "no puede interferir" en la propiedad de las fábricas de aluminio de A Coruña y Avilés (de la firma Alu Ibérica) que el fondo de inversión Parter Capital acaba de dejar en manos de Grupo Riesgo tan solo unos meses después de comprarlas a Alcoa en un proceso tutelado por el Ministerio de Industria. En una respuesta parlamentaria al BNG, el Ejecutivo rechaza investigar las circunstancias en las que se produjo la venta de Alu Ibérica porque es "completamente ajeno a esta operación" realizada "en un marco de libre mercado".

La postura choca con las aspiraciones de la plantilla, que ayer volvió a salir a la calle para exigir la intervención estatal de la fábrica. Varios trabajadores de Alu Ibérica A Coruña se concentraron por la mañana en Betanzos coincidiendo con un mitin de la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño.

Mientras, trabajadores de Alcoa San Cibrao, arropados por sus vecinos, realizaron una marcha entre A Mariña y Lugo en una caravana de "16 kilómetros" para reclamar una solución que permita garantizar la producción de aluminio primario en la planta mariñana.