Una de las consecuencias del parón de la actividad económica menos la considerada esencial es cómo se va a proceder a la lectura de los contadores de agua para poder facturar posteriormente los recibos. Esta consulta se formuló a la Xunta por un gran número de empresas que gestionan el suministro, que desconocían que protocolo debían seguir a la hora de emitir los recibos.

La solución dada por Augas de Galicia, y que cumplirá la mayoría de las concesionarias, es que se facture por un consumo estimado, sin necesidad de leer los contadores, y que en posteriores recibos ajusten el importe al consumo real registrado durante la vigencia del estado de alarma.

El recibo no solo recoge las tasas que cobran los ayuntamientos, como el consumo de agua, sino también los impuestos competencia de la Xunta, como el canon y el coeficiente de vertidos -este último en caso de contar con depuradoras-.

"La declaración del estado de alarma motiva que por parte de determinadas entidades suministradoras de agua se tengan dificultades para llevar a cabo la lectura de los contadores y, por lo tanto, para disponer de lecturas reales con las que poder facturar las tasas vinculadas al suministro y saneamiento, así como el canon del agua y, en su caso, el coeficiente de vertidos", admite la Xunta, por lo que su propuesta fue facturar por consumo estimado, opción a la que se acogió la mayoría de las empresas.