El Banco de España alerta de que la incertidumbre regulatoria podría estar vinculada a la bajada de las ventas de vehículos en España, por lo que la entrada en vigor de la normativa europea WLTP, la puesta en marcha de Madrid Central y las elecciones generales, entre otras situaciones, habrían conllevado un menor nivel de matriculaciones. Según un estudio llevado a cabo por el organismo supervisor bancario español, coinciden en el tiempo el repunte de la incertidumbre en el sector con la desaceleración de las entregas de automóviles en el mercado nacional desde mediados de 2018.

El Banco de España asegura que están "estrechamente ligados" el volumen de matriculaciones pedidas (la diferencia entre lo que se preveía vender desde julio de 2018 y lo que se entregó) y el índice de incertidumbre del sector. "Esta incertidumbre en el sector del automóvil puede tener un carácter transitorio. Se disiparía cuando los agentes internalicen completamente los cambios normativos. De suceder así, cabe esperar que las matriculaciones de automóviles recuperen un mayor dinamismo en el futuro", subraya el Banco de España, que sostiene que los indicadores de opinión de la Comisión Europea señalan que los consumidores no han cambiado su intención de comprar un coche nuevo.

No obstante, otros factores podrían hacer que persistiese la debilidad en las ventas de vehículos. Por un lado, la falta de asentamiento de un paradigma tecnológico que reemplace al basado en el motor de combustión. Por otro lado, las modificaciones regulatorias y los cambios tecnológicos, que podrían conllevar a aumentos de precios. Entre comienzos de 2016 y mediados de 2018, las matriculaciones de automóviles particulares en España crecieron a tasas interanuales, en promedio, del orden del 5%. A partir de entonces, comenzaron a registrar un comportamiento notablemente más desfavorable, con una caída superior al 11% en el conjunto de 2019.

Para hacer frente a esta situación, el director general de Volkswagen Vehículos Comerciales en España, Alberto Teichman, defendió ayer la puesta en marcha de un plan de renovación del parque automovilístico español que incentive la adquisición no solo de turismos sino también de vehículos comerciales y que incluya además modelos con motor de combustión. En un encuentro con la prensa, el directivo resaltó la necesidad de rejuvenecer el "envejecido" parque automovilístico español de vehículos comerciales, cuya antigüedad media es superior a la de los turismos, y apuntó que una medida adecuada para lograr este objetivo sería la puesta en marcha de un programa de renovación que englobe el segmento de vehículos comerciales y que no discrimine ninguna tecnología, incluida la diésel. "Necesitamos que haya certidumbre y que los planes que se pongan en marcha tengan un alcance nacional, no regional", reclamó.