Los 137 países y territorios que negocian sobre la fiscalidad de la actividad digital en la OCDE han llegado a un acuerdo que sienta las bases de negociación del futuro impuesto que permitirá gravar a las multinacionales en el lugar en donde tengan sus clientes, aunque no dispongan allí de presencia física.El compromiso mantiene el objetivo concretarlos antes de finales de 2020 y EEUU pide a cambio que la posibilidad de que las empresas puedan elegir el régimen fiscal al que serían sometidas.