Grupo Iberconsa es a día de hoy el tercer mayor grupo pesquero de España, pero está llamado a mucho más. Respaldado ahora por uno de los mayores private equity del mundo, el norteamericano Platinum, su protagonismo ha ido en aumento de mano de una gran fase expansiva -con Portobello Capital-, con crecimiento en origen, incremento del valor añadido, relanzamiento de la marca y diversificación de mercados. Siempre con Alberto Freire como cabeza visible de un proyecto que acaba de incorporar ahora a una "referencia" en el ámbito financiero, como la describen fuentes de la industria. Se trata de Arancha Sáinz de Baranda, recién incorporada como Chief Financial Officer (CFO, directora financiera) del grupo. Aterriza en Vigo con un amplio bagaje directivo, y cubre un hueco en una pesquera presidida por otra mujer, Mary Ann Sigler. La llegada de Sáinz se produce casi en paralelo a la salida de Imanol Almudí, y con muchos planes sobre la mesa.
Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia Comillas, cursó un máster de Esade para ejecutivos. Su carrera arranca en una de las big four, Ernst & Young, como senior auditor, tras la que desempeñó puestos de responsabilidad en RCI, Vivendi o la norteamericana Culligan International. Fue en 2001 cuando desembarcó en una industria que la ha acompañado hasta ahora, la de explosivos, como directora de Finanzas en Unión Española de Explosivos, primero, y el holding Maxam, después. Fue en esta última en la que desempeñó el cargo de directora general para las áreas de España, Italia, Francia y Portugal, a juzgar por su perfil de la red social Linkedin. El de Iberconsa será su primer reto en la industria pesquera, pero no es novata en la gestión de grupos de grandes volúmenes de negocio y diversificación. La compañía viguesa prevé cerrar el ejercicio con una facturación de 400 millones de euros, solo por detrás de Nueva Pescanova y Grupo Profand (tras la integración de Caladero).
Futuro
El grupo invertirá de inmediato 25 millones para la construcción de tres arrastreros para Argentina, como confirmó Freire a este periódico durante la pasada edición de Conxemar. Se dedicarán a la captura de langostino (tangoneros), especie en la que Iberconsa ya es líder a nivel mundial. A este plan renove de buques se suma una inversión por otros 14 millones para la mejora y adaptación de la antigua nave de Freiremar en Bouzas, que se centrará principalmente tanto en el langostino patagónico como en la merluza. Es, con diferencia, la pesquera que ha experimentado una mayor transformación en el último lustro.
No exento de dificultades, eso sí, con una asignación de derechos de pesca pendiente en Namibia -la dimisión del ministro de Pesca amenaza con retrasarla todavía más- o con Argentina en un escenario de casi default. "La compañía va muy bien pero pesca en aguas revueltas, como los caladeros de Argentina", asintió uno de los socios de Portobello, Juan Luis Ramírez, y consejero tras la entrada de este fondo en el capital (año 2015). La singularidad del problema argentino retrasó la venta a Platinum, "aunque nos favorecieron otros factores como la caída de la divisa", concretó a la revista Capital Corporate. Iberconsa, anticipó, "se diversificará aún más para hacerla más global, entrando en mercados como Canadá, Escandinavia y/o EE.UU. También tenemos la intención de hacer crecer aún más el negocio con nuevas adquisiciones, que ayuden a expandir la cartera de productos y su alcance geográfico". Portobello reinvirtió parte del importe de la operación y decidió mantenerse en el capital de la pesquera.
