La participación de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Hijos de J. Barreras es minúscula en comparación con su volumen de activos o cifra de negocio. La petrolera aporta el 3,2% del Producto Interior Bruto (PIB) de su país, mientras que investiga la compra del astillero al no formar parte de su actividad principal. "No se expusieron los motivos por los cuales [Pemex] sigue manteniendo vigente la inversión en Hijos de J. Barreras, si se considera que su objetivo como empresa productiva del Estado consistió en la generación y maximización del valor económico y la rentabilidad a largo plazo, así como la focalización en actividades sustantivas", reprochó en febrero el tribunal de cuentas azteca. Resulta así que el máximo accionista del astillero es una enorme empresa pública y burocratizada, que ha acusado de corrupción a los directivos que aprobaron la compra (Emilio Lozoya, Carlos Roa y José Manuel Carrera Panizzo) y que ha acusado a los socios de haber maniobrado para adquirir su parte a precios de derribo. De esta misma sociedad, Pemex, depende en gran medida que Barreras no entre en concurso de acreedores y no se exponga, con él, a una amenaza de liquidación. El problema es que nadie es capaz de determinar su papel en este proceso, si es que ha adoptado alguno ya, porque la interlocución con México es casi inexistente. El pasado julio renovó como presidente y por otros seis años a José García Costas, y puso de número dos al azteca Víctor Manuel Navarro. No fue hasta el 26 de septiembre que su relación saltó por los aires con la destitución del vigués tras la negativa a suscribir una ampliación de capital de 40 millones de euros. Todos los actores ruegan un paso al frente de la petrolera, la misma que ejerció de salvavidas de Barreras en 2014, con su entrada en el capital y el contrato del flotel.
"No está poniendo el foco que necesita esto. Lo único que han hecho es precipitar el 5 bis", lamenta la banca en referencia a la solicitud de preconcurso, presentada a instancias de Pemex (García Costas y Albacora fueron avisados). "Los bancos facilitaremos todos, y tampoco existe un tapón por parte del armador. Son los socios", agregan.
