Miguel es empresario del sector naval desde la antepenúltima quiebra de Factorías Vulcano. Antes era uno más en las extensas plantillas de los astilleros, y uno más de los que decidieron capitalizar paro y montar un negocio afiliado al sobresalto. Le pillaron las dos siguientes insolvencias de la atarazana de Teis (y la definitiva antes de su liquidación), la anterior de Barreras (2011) y la de Factoría Naval de Marín. Repite experiencia de nuevo, como en bucle, con el preconcurso del mayor astillero privado de España.
Tenía una cuadrilla de obreros a bordo del "Evrima", el crucero ultrapremium encargado por The Ritz-Carlton Yacht Collection. "Iba a cobrar el día 5". La propia Barreras le acaba de fijar unos turnos de producción raquíticos; el viernes contaba con ocho trabajadores en el proyecto, que mañana serán tres. "Hay un impasseporque, interpreta, no quieren que el agujero con las subcontratas medre mientras los accionistas negocian la venta de la empresa y quién y cómo asume el sobrecoste del barco y las deudas con la industria auxiliar.
El de Miguel -no es su verdadero nombre- es solo un ejemplo. "Están todos de vacaciones, incluso el personal fijo. No puedes esperar metiendo más dinero y no puedes avanzar si no tienes cancha", habla otro empleado. Trabajó en Barreras hasta la semana pasada; el 2 de octubre, cuando Petróleos Mexicanos (Pemex) formalizó la solicitud de preconcurso aludiendo a la incapacidad de atender los pagos corrientes y para renegociar la deuda, fue el último día de su contrato por obra. Baraja embarcar de nuevo a las Malvinas. El problema de algunas empresas es su "total exposición" a la cartera de pedidos de Barreras. "Estábamos en el 1705 (el crucero del Ritz) y los de Havila (dos cruceros para Noruega, paralizados desde el 5 de julio), y habíamos asegurado el buque para Armas" (un ferri de 190 metros). Con material comprado, van a esperar.
Organización de Pemex
Ayer fue la dirección de Recursos Humanos del astillero vigués la que cursó la orden de adelgazar los turnos, ya mermados por la salida en tromba de subcontratas. A Miguel le habían pasado ya el viernes media docena de hojas de trabajo distintas a lo largo de la mañana, y no cree que hubiese ayer a bordo del buque más de 200 personas a mediodía. Antes del estallido de la crisis en Barreras, el primer turno juntaba a unos 800 operarios, solo en el "Evrima". Con el astillero todavía descabezado -el que asomaba como posible director general, un directivo de Royal Caribbean, abandonó Vigo la semana pasada-, ha vuelto a ser Pemex, según las mismas fuentes, la que da órdenes para contener la sangría.
"La mayoría de los proveedores no volverán a trabajar sin anticipos", exponen fuentes jurídicas. Con tensiones de tesorería, y dado que deberá recurrir a lo que tiene en caja para afrontar el preconcurso, no es previsible que se ponga al día con ninguna auxiliar, a menos que sea indispensable.
Pemex no tiene mucha prisa, y José García Costas (expresidente, titular del 24,5% de las acciones) tampoco. The Ritz-Carlton, que negocia la toma de control del astillero (con los fondos que gestiona el fondo Oaktree como guardia pretoriana) sí. El Jugado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, emitió ayer el auto que admite a trámite la solicitud de preconcurso de Barreras.
Los cuatro meses de plazo para renegociar la deuda o sellar un acuerdo con Ritz y las auxiliares empezó a correr el día 2, fecha de la entrada por registro. El 2 de febrero de 2020, si no se ha alcanzado esa solución, Barreras entrará en lo que antes se denominaba suspensión de pagos. Y le quedan exactamente ocho meses para tener el "Evrima" listo y en el puerto de Barcelona para su viaje inaugural.
