En un momento en el que el negocio textil no está para muchas alegrías ante la ralentización europea y los todavía tímidos cambios en las pautas de consumo -el martes, sin ir más lejos, Primark anticipaba un recorte de sus márgenes por la devaluación de la libra y la subida del dólar-, Bimba y Lola saca pecho con otro incremento a dos dígitos en su cifra de negocio. La clave está en la ambiciosa estrategia de expansión diseñada por la compañía de moda gallega y acelerada en su nuevo plan estratégico tras descartar la entrada de un socio mayoritario en su accionariado. Las ventas durante el primer semestre de su ejercicio fiscal aumentaron un 12%, con un crecimiento "generalizado" y "evolución positiva en prácticamente todos los países", aunque "especialmente fuerte en los mercados de Asia y Latinoamérica", según destaca el grupo liderado por las hermanas María y Uxía Domínguez en un comunicado, en el que no se detalla el dato concreto de facturación.

La red internacional suma 280 puntos de venta. Tras desembarcar recientemente en Malasia, Bimba y Lola ultima su estreno en Hong Kong y Panamá y nuevas aperturas en las ciudades italianas de Venecia y Florencia.