Años y años de investigaciones de centros de investigación y empresas, con intentos infructuosos, callejones sin salida, imprevistos, barreras infranqueables... Hasta ahora. "Hemos roto un muro", asegura Ignacio González, consejero delegado del Grupo Nueva Pescanova. Y no es para menos. La pesquera viguesa acaba de sumar su segundo hito en menos de un año en torno a la cría de pulpo: tras conseguir a finales del pasado año la supervivencia de ejemplares nacidos en acuicultura -en colaboración con investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Vigo-, acaban de lograr que éstos se reproduzcan, cerrando así el ciclo fuera de su hábitat natural. Ahora, la pesquera espera poder comenzar con la comercialización a partir de 2023.

Los investigadores de Nueva Pescanova han trabajado con 50 pulpos (de la variedad Octopus vulgaris) nacidos en acuicultura en 2018 con la investigación iniciada por el IEO, que logró la supervivencia de ejemplares juveniles nacidos en acuicultura. Una vez alcanzado un acuerdo en exclusiva sobre la patente, la firma continuó con los trabajos en sus propias instalaciones. Los pulpos, de los que la mitad son hembras, han alcanzado la edad adulta y uno de ellos -llamada Lourditas; el "padre" es Goliath- ha realizado ya una puesta de huevos, a los que estará cuidando hasta aproximadamente dentro de un mes, cuando se prevé que eclosionen.

Ricardo Tur, investigador principal de Cefalópodos de Pescanova, explica que la tasa de supervivencia de un pulpo salvaje es del 0,0001%, mientras que, con los resultados obtenidos hasta ahora la cifra se estima que se elevará al 50% en acuicultura. "Lo que hicimos en el Biomarine Pescanova Center fue observar el medio de estos animales y lo que hicimos fue recrear las condiciones en nuestras instalaciones", comenta Tur.

La fuerza de la marca

Para Ignacio González, el hito alcanzado "es una demostración de la fuerza que tiene la investigación y desarrollo de la marca y de su vocación de innovación", además de un paso de gigante en la acuicultura, considerada "el futuro de los productos del mar". "Hemos conseguido entender cómo es el ciclo de vida del pulpo para desarrollarlo en acuicultura y luego llegar a un objetivo mayor, que es democratizar su consumo", sentencia.

El consumo de pulpo se concentra principalmente en países como España, Italia o Grecia, aunque también tiene fuerte presencia en la cocina asiática -especial la japonesa- y crece en otros países, como Estados Unidos. La producción no de pulpo salvaje no alcanza para cubrir la demanda, que se incrementará en los próximos años.

Por su parte, el director del Pescanova Biomarine Center, David Chavarrías, indica que el pulpo "será el protagonista principal" cuando inauguren las instalaciones del centro en O Grove a comienzos del próximo año, aunque no se olvidarán de otras especies importantes para el grupo como el rodaballo o el langostino vannamei.