Los cruceros Pollux y Polaris ya han marcado un hito en la industria gallega de construcción naval, tanto por la dimensión del pedido -ronda los 300 millones de euros- como por sus características técnicas. Serán buques de propulsión híbrida; a día de hoy ningún barco lleva tantas baterías como las que empujarán por los fiordos noruegos a estos gemelos de 125 metros de eslora. Hay que aguardar a que tomen forma pero, primero, la armadora deberá rearmar el "esquema de financiación". Porque, como anticipó ayer FARO en exclusiva, Havila Kystruten se quedó sin el respaldo financiero con el que había puesto el contrato en vigor, a finales del año pasado. Hijos de J. Barreras no pudo estirar más las tensiones de caja - "no es normal que un armador pretenda pagar a los pocos" - y este viernes decidió suspender formalmente ambas construcciones. Esta semana astillero y naviera mantendrán una reunión para abordar los problemas de financiación del proyecto Havila y reprogramar el calendario de construcción.
Fuentes próximas a Barreras creen que se trata de un escenario "subsanable" toda vez la naviera ya recurrió a bancos noruegos e inversores privados para cubrir el hueco de las entidades con las que había suscrito el esquema inicial. De hecho otros actores conocedores de las negociaciones aseguraron que Havila informará el miércoles a Barreras de que "la situación está prácticamente encauzada". Pese a la dimensión de la operación en las auxiliares también prevalece una relativa tranquilidad. "Contamos con confirming (sistema de gestión de pagos a proveedores), estamos menos expuestos", asintió uno de estos empresarios. Recuperar el flujo de entrega de materiales será una cuestión a abordar después de arreglar los pormenores económicos y técnicos: la auxiliar Maessa, por ejemplo, especializada en prefabricación de bloques y montaje de armamento, ya anticipó el jueves que dejaría de proveer al proyecto en tanto no se recuperaban los pagos con normalidad.
Al personal de auxiliares adscrito a los cruceros noruegos (construcciones C-1710 y C-1711 de Hijos de J. Barreras) "se le envió de vacaciones". Pero es mucho el trabajo de la centenaria atarazana viguesa. Por delante tiene el reto del Azora, el mayor pedido civil del naval español, un crucero ultrapremium que realizará su viaje inaugural el 5 de febrero de 2020, justo después de la Super Bowl. Esta será la primera unidad, porque The Ritz-Carlton ya confirmó un segundo pedido, con 43.217 CGT (arqueo bruto compensado). Engorda la cartera el ferri de Naviera Armas, con otros 36.868 CGT, y que utilizará también gas natural licuado. En suma, los pedidos de Barreras rozan los 1.000 millones de euros; el proyecto Havila ha sido suspendido, no cancelado.
Con capacidad para 700 personas y una velocidad en travesía de 16 nudos, Pollux y Polaris son un diseño de la oficina Havyard Design & Solutions, subsidiaria de Havyard Group y misma ingeniería que dibujó los buques asignados a Nodosa (36 metros) y Zamakona (67 metros), en ambos casos -dos buques para cada atarazana- para la armadora Royal Arctic Line A/S, de Groenlandia.
