La internacionalización era una de las posibilidades contempladas en el plan estratégico de Greenalia. Y ya es un hecho. El grupo energético gallego que está levantando en Curtis una de las grandes plantas de biomasa en España acaba de crear dos sociedades para operar en Portugal. Una de las filiales, Greenalia Power Portugal, canalizará toda la actividad de la compañía en suelo luso; y la otra, Greenalia Solar Power, se centrará en el negocio fotovoltaico, en el que el equipo capitaneado por Manuel García se plantea entrar a través de la inmediata subasta de renovables en el país.

"Greenalia consolida de esta forma su estrategia en toda la Península Ibérica -explica la empresa en una nota de prensa- y aprovecha las sinergias con los proyectos previstos en España". "Además, Portugal es un país con una gran capacidad de recurso y pertenece al mismo mercado eléctrico común", añade Greenalia, en referencia al Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL), en el que los dos países comparten generación y precios. La decisión final de participar en la puja del Ejecutivo luso no podrá demorarse demasiado porque la convocatoria está prevista para dentro de unas semanas. El país quiere pasar de los actuales 572 megavatios (MW) en fotovoltaica a 1.600 MW en 2021 y elevar la cuota a entre 8.100 y 9.900 en 2030.

Greenalia tiene en estos momentos una cartera de proyectos con 2.100 MW. Además de la central de biomasa, hay otros casi 1.000 que se desarrollarán hasta 2023, especialmente parques eólicos. De ellos, 178 MW están vinculados a la macrosubasta de renovables del Gobierno y deberían estar en funcionamiento a finales de este año. Una parte se demorará unos meses mes, sin que la pérdida del derecho de prima y los avales tenga, según la compañía, impacto en sus cuentas. Greenalia prevé que su cifra de negocio este año alcance los 46 millones y se dispare a 104,6 millones en 2020.