Las seis ofertas, por ahora no vinculantes, que Alcoa ha recibido en el proceso de venta de las dos fábricas de aluminio amenazadas de cierre (A Coruña y Avilés) abren horizontes de futuro desiguales para cada instalación. La planta de A Grela, en la que trabajan casi 400 empleados directos, despierta menos interés que la asturiana, con unos 300. De los seis inversores en liza, tres quieren gestionar ambas factorías a partir de julio. La otra mitad ofrece comprar solo la unidad productiva asturiana y deja fuera la coruñesa.

El director general de Industria y Telecomunicaciones del Principado de Asturias, Manuel Monterrey, detalló el alcance de las propuestas tras participar en la quinta reunión de la mesa de seguimiento del conflicto de Alcoa, que se celebró ayer en el Ministerio de Industria, con la dirección de la multinacional, representantes de los trabajadores y también de la Xunta. Por el momento no ha trascendido qué tres empresas incluyen a la fábrica coruñesa en su proyecto. Los fondos Liberty House y Quantum y los grupos industriales Aludium, Cunext, Riesgo y Glencore son los potenciales compradores.