El Consorcio Aeronáutico Gallego (CAG) cerró 2018 con un 2,5% más de facturación que el año anterior, lo que suponen 130 millones de euros. Esta cifra, unida a los 1.200 empleos que genera el sector en la comunidad, hacer que el presidente del CAG, Enrique Mallón, vislumbre "muy buenas perspectivas de futuro" y aspire a atraer a un gran fabricante para que instale una factoría en Galicia. "Es un objetivo a medio plazo y sabemos que es complicado, pero no imposible", explicó.

El CAG, que aglutina ahora a 42 empresas e instituciones (la última la Escuela de Ingeniería Aeronáutica del campus de Ourense), se fija también como objetivo el certificar a más empresas para que haya cada vez "más músculo, más capacidad industrial en el campo aeronáutico en Galicia".