El Banco Santander va más rápido de lo previsto con la integración del Popular Pastor, con la red gallega, la de mayor dificultad por la convivencia de tres plataformas tecnológicas, ya integrada, y espera, además, ahorrar 250 millones de euros adicionales, un 50% por encima de las sinergias con las que se contaba en un principio (500 millones de euros). El grupo, según apuntó su consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la presentación ayer en Londres del nuevo plan estratégico, se fija como prioridad en España mantener el liderazgo en el negocio de pymes y empresas, aprovechando el negocio del Popular, y "culminar con éxito su integración". Ve "oportunidades en financiación al consumo, pagos, seguros y gestión de patrimonios" en España, donde prevé un retorno sobre el capital tangible (ROTE) ordinario del 14-16% a medio plazo, frente al 11% de 2018.

En su intervención, la presidenta, Ana Botín, anunció, entre otras cosas, que Santander invertirá más de 20.000 millones de euros en acelerar la transformación digital y tecnológica en los próximos cuatro años para mejorar la experiencia de sus clientes, aumentar su confianza y vinculación y reducir costes. A medio plazo, el banco espera elevar la cifra de clientes digitales a 50 millones y la de clientes vinculados a 26 millones.

El nuevo plan estratégico aspira a elevar la rentabilidad, dejar el ratio de eficiencia por debajo del 45% y lograr un ahorro de costes anual progresivo de 1.200 millones de euros, de los cuales un 10 % se lograrían en Europa. Para ello, la estructura será más sencilla, con tres direcciones regionales (Europa, Sudamérica y Norteamérica). Su filial digital, Openbank, saldrá en diez nuevos mercados. El porcentaje de beneficios para retribuir al accionista ( pay out) se moverá en una horquilla del 40%-50%.