En el año 2013 el Gobierno de Mariano Rajoy impulsó la Ley de Emprendedores con el objetivo de fijar "reformas favorables al crecimiento y la reactivación económica". Se alumbró entonces una medida que se acabaría popularizando como la tarifa plana de los autónomos, de 50 euros mensuales (o una bonificación del 80% en las cuotas en caso de que optasen por una base superior a la mínima, de 256 euros en aquel momento). La rebaja sería de seis meses inicialmente, hasta que en 2018 se extendió hasta un año, con descuentos progresivos durante doce meses adicionales. Desde la implantación de este sistema se han beneficiado 86.300 personas en Galicia, según los datos aportados a FARO por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). El problema, que ocho de cada diez negocios que se montan al cobijo de la tarifa plana mueren antes de llegar a los doce meses. Hoy quedan en la comunidad 19.700 empleados por cuenta propia sujetos a la bonificación. "La tasa de retorno para el erario público ha sido nula", lamenta el presidente de la asociación, Eduardo Abad.

Según sus cálculos, y dado que el Estado asume la diferencia entre la cuota rebajada y la mínima, cada tarifa plana cuesta un promedio de 2.000 euros. En suma, el coste solo en Galicia ha ascendido a más de 170 millones de euros; en toda España, a casi 3.300 millones. Y el retorno para la Seguridad Social ha sido, en efecto, muy limitado. En 2014 -la medida se implantó en septiembre de 2013- la recaudación en concepto de cotizaciones sociales de trabajadores autónomos ascendió en Galicia a 753,12 millones de euros, incluidas las aportadas por las mutuas. Tres años más tarde los ingresos sí se elevaron, pero solo por el incremento de la base mínima de cotización, no por un impacto positivo de la tarifa plana. A saber, las cuotas aumentaron durante ese periodo en un 5,3%; la recaudación creció por debajo del 4%. "Esta ha sido -considera Abad- la inversión más nefasta de las emprendidas en la historia del empleo autónomo". Hasta noviembre del pasado ejercicio, último mes del que existen datos, la Seguridad Social había ingresado menos de 700 millones de euros por el mismo concepto.

Es más, desde que se lanzó la Ley de Emprendedores Galicia solo ha elevado la cifra de afiliados por cuenta propia en un 3,76%, de acuerdo a un informe oficial del Gobierno. Es una tasa casi cuatro veces inferior a la media nacional, y contrasta con el avance en la afiliación del régimen general (11,3%). El presidente de UPTA condena la dejadez de la administración pública a la hora de dispensar sin control esta ayuda, en contraposición a los requisitos que exige a los cotizantes. "Si quieres capitalizar el paro tienes que probar que vas a montar un negocio pensado para durar, pero el Estado gasta sin verificar la efectividad" de la medida. Y añade: "Lo perverso es que un notario se pueda acoger a una tarifa plana, que no está respondiendo a criterios de necesidad". A su juicio, se ha utilizado la bonificación "para sacar de las listas del paro a cuantos más mejor", acogiendo a "miles de autónomos que lo son solo por necesidad". O jóvenes sin experiencia. A nivel nacional, cerca de la mitad de los emprendedores de menos de 30 años causa baja antes de los seis meses.

Muchos de los negocios emprendidos con tarifa plana han sido de hostelería y comercio, con establecimientos low cost que "compiten por precio, no por calidad. "La tarifa plana universal ha sido nefasta, no aporta valor añadido ni profesionalización", culmina Abad, que apuesta por la capacitación en centros de Formación Profesional e incluso en bachiller, así como por la idea de "retomar" los oficios con políticas a largo plazo.