El Deutsche Bank y el Commerzbank, los dos mayores bancos comerciales de Alemania, comunicaron ayer oficialmente el inicio de negociaciones para su fusión, que de materializarse supondría la aparición de un nuevo coloso en el sector. Ambos institutos informaron de esos planes después de que varios medios, como la edición dominical de "Der Spiegel", afirmaran que el anuncio iba a producirse de forma inminente.

Se trata de evaluar una "opción estratégica", apunta en un escueto comunicado desde su página web Deutsche Bank, el primer banco privado de Alemania, que deja abierto que llegue a materializarse y que "no hay garantías de que la transacción" se consume.

Los rumores de conversaciones destinadas a una fusión circulan desde hace varios meses y se intensificaron en los días pasados. Los medios alemanes informan asimismo de forma coincidente de que la operación está siendo impulsada desde el Gobierno y de que el ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, habría estado presionando en esa dirección.

Los consejos de supervisión respectivos prevén reunirse el próximo jueves para abordar esos planes, de acuerdo con "Der Spiegel", que apunta a una fuerte resistencia a la fusión por parte de los representantes de los trabajadores.

Las plantillas de los dos bancos afectados avanzaron ya hace unos días su rechazo a tal operación, ya que temen una fuerte reducción de puestos de trabajo.