La Agencia Nacional de Puertos (ANP) de Marruecos ha sacado a concurso la concesión de un astillero en Casablanca y tras la apertura de sobres realizada el pasado miércoles hay cuatro grupos que pujan por hacerse con ellas: el gigante holandés Damen Shipyards, el francés Naval Group (anteriormente conocido como DCNS, que concurre junto al local CAM, Chantiers et Ateliers du Maroc) y los italianos Palumbo (con Jobson) y General Montaggi Genovisi (GMG).

El nuevo astillero de Casablanca tiene un dique seco 240 metros de largo, una plataforma elevadora de 5.000 toneladas, una dársena equipada con una grúa con capacidad 450 toneladas y muelles de armamento con una longitud total de 820 metros.

Las cuatro firmas pasan ahora a una fase de licitación competitiva en la que deberán sus respectivas ofertas para hacerse con las instalaciones por los siguientes 30 años. El país magrebí invirtió 690 millones de dírhams (unos 63,5 millones de euros al cambio actual) en las instalaciones.

En el caso del francés Naval Group y el italiano Palumbo, sus propuestas llegan de la mano de firmas locales (CAM) o con presencia ya en el país (Jobson). Tanto GMG como Damen concurren en solitario con la idea de extender sus operaciones al norte africano. En el primera caso su base de operaciones está en Genoa; en el segundo, el gigante holandés está presente en todos los continentes, pero en el africano solo tiene instalaciones en Sudáfrica.

La zona de Marruecos es, como Galicia, geoestratégica. Según los medios del país, la idea de Marruecos es captar trabajo de los barcos que operan en el rico caladero del noroeste africano y apuntan a una "saturación" de las atarazanas en Canarias.