El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, cargó ayer contra el Gobierno de Mariano Rajoy por confabularse con sus "competidores" para apartarle de su cargo, especialmente con Francisco González, entonces al frente del BBVA, de quien afirmó que fue la primera persona que exigió su marcha de la entidad en mayo de 2012. "Me dijo que lo mejor era que dimitiera porque no era buena idea que un miembro del Gobierno del PP se mantuviera como presidente de un banco que debía ser rescatado", afirmó Rato durante la reanudación del juicio por la salida a Bolsa de Bankia, en el que se enfrenta a cinco años de cárcel por estafa.

El exministro volvió a insistir en la línea de defensa que desplegó en sesiones anteriores: apuntar hacia los organismos reguladores porque en ningún momento cuestionaron el proceso y subrayar que estuvo sometido a fuertes presiones políticas para que dejara la gestión de la entidad. Al aludir a ellas fue cuando Rato narró el episodio con Francisco González, últimamente bajo el foco del escándalo sobre las escuchas realizadas por el excomisario José Manuel Villarejo. "El presidente de BBVA me pidió que dimitiera el 6 de mayo (de 2012) en las oficinas del Ministerio de Economía en el Paseo de la Castellana", relató Rato.