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Balance anual del sector

La piedra natural gallega bate su récord exportador gracias a sus ventas en Rusia

-La federación irrumpe como cuarto cliente mundial con un mercado residencial al alza -La venta de productos sin tallar reduce la rentabilidad y los precios para las empresas

Bloques de granito, dispuestos para ser cargados hace tres semanas en el buque "María Luisa". // J. Lores

La industria gallega de piedra natural bajó la persiana del 2018 con cifras de récord y rebasó, hasta octubre, las 811.000 toneladas comercializadas a otros países. Es el mismo volumen exportado durante todo 2017, como constatan los registros de la Secretaría de Estado de Comercio. Y dos fueron los artífices de que el sector haya dejado atrás -con creces- los registros precrisis: el granito en bruto, sin tallar, y la irrupción de Rusia como cliente premium. El antiguo corazón de la URSS se ha convertido de hecho en el cuarto mayor comprador mundial para las empresas gallegas, principalmente asentadas en el área metropolitana de Vigo y la provincia de Ourense; adquirió casi 80.000 toneladas de productos (solo granito), solo por detrás de las compras realizadas por Francia, Portugal y Reino Unido. En Turquía, a las puertas de una "prolongada recesión" -anticipan los analistas-, las exportaciones gallegas cayeron a la mitad.

En conjunto las ventas al exterior de la piedra natural gallega experimentaron un incremento interanual de un 15% en volumen de toneladas, gracias al incremento de la demanda del granito en bloques. Solo esta partida duplicó sus exportaciones, al pasar de las 143.000 toneladas de 2017 a las casi 270.000 del pasado ejercicio. Es más, hasta octubre la industria granitera ya había vendido un 40% más que en todo el ejercicio precedente. Los segmentos de granito tallado, pizarra elaborada y en bruto experimentaron, no obstante, ligeros retrocesos. Ha sido precisamente lo que ha rebajado la rentabilidad del sector, ya que los bienes trabajados son más caros y redundan en un mejor resultado para las empresas. Por este motivo, y pese al récord sin paliativos en exportaciones (por toneladas), la facturación del sector en el extranjero se redujo por segundo año consecutivo. El sector facturó 265 millones en el mercado exterior, un 3,3% menos que en el mismo periodo de 2017. Así, el fuerte aumento en los volúmenes de ventas no sirvieron para mejorar este indicador. El único segmento del sector que sí mejoró sus ingresos fuera de España fue el del granito en bloques, con un avance interanual del 50% (24,4 millones de euros). El de la pizarra natural trabajada fue, de nuevo y con 157 millones en ventas, el más dinámico del sector.

La sorpresa ha sido la irrupción de Rusia, con un mercado residencial que ha empezado a dar síntomas de recuperación tras haber encajado una depreciación de precios acumulada de casi el 30% en el último lustro. A este gigante -es el mayor país del mundo por superficie- se destinaron casi 80.000 de granito en bruto, con lo que Galicia ha podido encajar otra contracción de las compras procedentes de Turquía. A un paso de entrar en recesión técnica y tras haber experimentado su divisa (lira) una depreciación frente al euro del 30% en el último año, las compras a Galicia han pasado de 56.500 a poco más de 25.000 toneladas. Ha gastado cero euros, prácticamente, en la compra de granito sin elaborar, en bloques.

Pero el sector supo contrarrestar el pinchazo turco con una mayor apuesta en mercados como el argelino, Túnez, Libia, Catar y, curiosamente, Siria. A este último país envió cerca de 9.000 toneladas de materia prima y bienes elaborados, frente a las escasas 3.000 toneladas del ejercicio anterior. Los avances experimentados en los Estados del Sahel y Oriente Medio fueron más notorios: las exportaciones crecieron en un 60%, hasta las 132.000 toneladas. China, mercado todavía residual, duplicó las compras a la industria gallega en el mismo periodo.

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