Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

BBVA vende su participación en Pescanova tres años después de la toma de control por la banca

Se suma a Bankia, otro ex del G7, con el traspaso del 5,9% del capital -Los inversores prevén "más movimientos" tres años después de la llegada de la banca a la pesquera

El arrastrero "Río Solís II", antes "Ila", en el puerto de Montevideo. // @davidtroncoso24

Cuando Deloitte asumió la gestión de Pescanova SA ( vieja Pescanova) la situación era tan delicada que tuvo negociar decenas de pactos stand still (no agresión) para evitar demandas de quiebra en cascada contra todas sus filiales extranjeras, y amarrar también un crédito exprés para que el grupo no colapsara. BBVA fue uno de los bancos que participó en aquella operación financiera -junto a Sabadell, NCG Banco (ahora Abanca), CaixaBank, Bankia y Santander-, a la que también se sumó, pese a las reticencias iniciales, la Xunta. Pescanova hipotecó su marca, valorada hoy en más de 64 millones de euros, y recibió a cambio 56 millones para sostener la actividad diaria. Tomó forma a partir de ahí el embrión del llamado G7 bancario, que a la postre se convertiría en accionista mayoritario de la mayor pesquera de España. Fue Bankia el primero de esa alianza en vender su parte en la multinacional (hoy Nueva Pescanova), y ahora ha sido BBVA quien ha decidido desprenderse de sus títulos tres años después de convertirse en socio de la empresa de Chapela.

Fuentes conocedoras de la operación han indicado que la entidad se deshace de toda su participación, del 5,9%, si bien no han podido precisar si la operación ha concluido. Tampoco la identidad del comprador, aunque en el mercado apuntan a Abanca, que ya compró en mayo un 6,77% del capital, en manos en esta ocasión de HSBC. La entidad presidida por Juan Carlos Escotet es propietaria de algo más del 16% de los títulos y, de asumir los de BBVA, estaría a un palmo de la posición de Sabadell (24%). Fuentes consultadas en Abanca aseguraron desconocer esta operación, que para los grandes fondos internacionales es un "anticipo" de la "salida final" de las entidades financieras de Nueva Pescanova. Será, si la venta de Grupo Iberconsa -en proceso- no lo impide, la mayor transacción de la industria pesquera española.

Aunque bancos de ese G7 ofrecieron ya Pescanova a empresas del sector y fondos por 800 millones de euros, como avanzó FARO, el calendario previsto no se ha alterado y se ha mantenido 2019 como año de salida para las entidades. "Yo he hecho un plan [por el plan estratégico Todos a una 2016-2020] para quedarse, porque el modelo merece la pena, para que en tres años tenga la opción de salir a Bolsa o encontrar un inversor con vocación de permanencia", dijo el CEO del grupo, Ignacio González, en su primera entrevista con FARO, en octubre de 2016. Fuentes financieras ya descartaron la opción del parqué porque una Oferta Pública de Venta (OPV) tardaría "cuatro o cinco años" en materializarse; existe "compromiso" por elevar al máximo el valor de la empresa, pero un lustro es mucho tiempo. "Tiene que haber más movimientos pronto, no es una posición que se vaya a eternizar y el boom del langostino patagónico puede terminar algún día", valoran inversores.

La equis a despejar es el valor porque, aunque los mercados repiten que Nueva Pescanova valdrá "lo que los inversores estén dispuestos a pagar", el camino lo va a marcar Iberconsa. El grupo que dirige Alberto Freire partió de una valoración de diez veces Ebitda, 600 millones de euros, aunque en el mercado han rebajado ahora la futura transacción a "por encima de 400 millones". Equivaldría a entre seis y siete veces Ebitda. Si Nueva Pescanova cumple los objetivos de su plan de negocio debería cerrar este ejercicio con un resultado bruto de 104 millones de euros, en el escenario más cauto. De la extrapolación de los valores que en principio se aplicarán en la venta de Iberconsa, su rival Pescanova alcanzaría un precio superior a los 680 millones. El apalancamiento a corto plazo, la exposición al mercado argentino o la creciente competencia sectorial son los factores que podrían empujar a la baja esta valoración.

Compartir el artículo

stats