La compañía energética Naturgy (antes Gas Natural Fenosa) declaró unas pérdidas en los nueve primeros meses de este año de 3.040 millones como consecuencia de la revisión del valor de sus activos que aprobó en el primer semestre y en virtud de la cual se apuntó una depreciación superior a los 4.900 millones en la contabilidad de sus instalaciones de generación eléctrica convencional en España, fundamentalmente centrales térmicas de carbón, de ciclo combinado (alimentadas con gas natural) y nucleares. Sin esta revisión de activos, Naturgy habría ganado 877 millones, el 38% más que en igual período de 2017.

La actualización a la baja del valor de sus activos de generación la acometió Naturgy en virtud de su nuevo plan estratégico, diseñado hasta 2022, y guarda relación a su vez con el proceso de transición energética que está en marcha en España y en la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que afecta fundamentalmente a las centrales de carbón y, en menor medida, a las otras instalaciones convencionales de generación eléctrica.

El excedente bruto de explotación (Ebitda), que indica la rentabilidad, bajó un 0,6% interanual sobre los datos reportados, aunque en términos contables estables habría crecido un 10,1%.

En septiembre, su deuda neta era de 13.600 millones de euros, lo que supone un descenso del 10,4% respecto a diciembre de 2017.

Naturgy reivindica ser el tercer distribuidor de gas y electricidad en España y una fuerte presencia en México, Brasil, Chile, Argentina y Perú, mercados donde su resultado quedó lastrado por los tipos de cambio.