Durante las últimas dos décadas Galicia ha incorporado, de media, en torno a 150 empresas cada año a la nómina de sociedades exportadoras. El mercado exterior se presentó primero como un salvavidas ante la doble recesión que asoló la economía española, y después como un balcón a través del que diversificar el negocio ante una competencia cada vez más global. La gallega es una comunidad netamente exportadora: representa un 8% del comercio internacional de España -por encima de lo que le correspondería por su peso (5,4%) en la economía nacional-, y todas las provincias registran un saldo comercial positivo. Las exportaciones son además la palanca de crecimiento, y encadenan ya quince trimestres consecutivos de aportación positiva al PIB gallego. Entre enero y junio de este año, según los datos oficiales del Ministerio de Industria, fueron 5.047 sociedades las que facturaron bienes o servicios en el extranjero, la cifra más alta de la historia para este mismo periodo, que representa un incremento de más del 4% en comparación con el primer semestre de 2017.
Con todo, estas mercantiles apenas representan un 2% de las empresas activas en Galicia; el objetivo de la Xunta es alcanzar las 7.000 exportadoras en 2020, y reducir de paso la dependencia de las locomotoras Grupo PSA e Inditex. Eso sí, el aumento de compañías con presencia exterior gana enteros al producirse en un contexto hostil y con un comercio internacional que, anticipa la OMC, "se seguirá ralentizando". En un año la economía gallega ha incorporado 200 firmas exportadoras más, sobre todo dedicadas a los bienes de equipo, productos farmacéuticos, conservas de pescado y prendas de vestir. Destacan las compañías metalúrgicas de grandes estructuras y fabricantes de componentes para la automoción -ya no son Tier 1 ó 2 de PSA en exclusiva- y auxiliares del naval. Solo de construcción de barcos Galicia suma ya 45 mercantiles exportadoras, un 7% más que hace un año.
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De hecho de la cartera actual de pedidos en los principales astilleros gallegos -35 unidades, como avanzó FARO esta semana-, 31 se exportarán una vez finalizados. Portarán banderas de Namibia, Argentina, Groenlandia, Noruega, Kuwait, Alemania, Mozambique, Angola o Suecia. En comparación con 2010, en los albores ya de la crisis del tax lease y en plena cuesta abajo de la economía española, la construcción naval ha aumentado su presencia exterior en casi un 40%. En el mismo periodo las empresas de maquinaria mecánica han hecho lo propio en un 23%, y a día de hoy hay un 50% más de exportadoras gallegas especializadas en equipamiento eléctrico que hace ocho años. En los tres casos estos crecimientos fueron equiparables a la media del textil, del 41,5%, con Inditex como factor determinante.
Entre las actividades que han perdido empresas exportadoras destaca la de la transformación pesquera, aunque el periodo analizado -enero a junio- excluye la Navidad, el de mayor volumen de negocio para esta industria. Ahora bien, en un año ha pasado de 325 a 303 firmas con facturación exterior, que obedece a la mayor actividad de filiales foráneas -que venden desde terceros países- y la reducción de materia prima. En ningún caso a la concentración del sector, que todavía es incipiente. Las empresas de bebidas, piedra, materiales plásticos, manufacturas de madera y artes gráficas también han perdido presencia exterior en los últimos doce meses.
En cuanto a la evolución del comercio internacional, hay más incertidumbres que certezas, según ha apuntado la máxima responsable del FMI, Christine Lagarde. A su juicio las disputas en materia de aranceles entre EE UU y China, la escalada proteccionista en la Casa Blanca y el alza de los costes de financiación en los países emergentes -por la subida de tipos de la Fed- imprimen unos riesgos que "no tienen precedentes" al panorama global. En los mismos términos se pronunció esta semana el director gerente de la Organización Mundial de Comercio, Roberto Azevedo, que desveló la apertura de 30 nuevos conflictos comerciales en lo que va de año, la mayor cifra desde 2002. "Claramente el sistema está bajo presión".
