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La situación financiera de los hogares

Casi la mitad de los ahorradores gallegos guarda su dinero en el domicilio

La comunidad es la quinta con más población que guarda parte de su renta al margen de las entidades -Los gastos de tres de cada diez ciudadanos superan a los ingresos

Simón Espinosa

Con más o menos autocrítica, a los bancos ya no les cuesta reconocer la profunda herida en su reputación pendiente de sanar después de todo lo ocurrido a su alrededor durante la década de crisis. Nacionalizaciones y rescates multimillonarios a cargo del erario público -con todo lo que eso supuso para el empleo en la actividad financiera y el cierre del grifo de la financiación al tejido productivo-, desahucios, el drama de las preferentes, las cláusulas suelo... El desafío de recuperar la confianza perdida coincide con una nueva, e inminente, reconversión del sector hacia un modelo más digitalizado y capaz plantar cara a poderosos competidores tras el salto de las grandes tecnológicas (de Google a Apple, pasando por Facebook ) a los servicios financieros y, en general, con el fenómeno de industria de las fintech. El recelo de la clientela pasa factura al negocio. Es una de las razones de la elevadísima cantidad de ciudadanos que ahorran al margen de la banca. Que prefieren volver a guardar bajo el colchón. Lo hace el 38% de los españoles que pueden reservar algo de dinero del presupuesto, "un porcentaje importante", como destaca el Banco de España, y que en el caso de Galicia es incluso superior, del 41%.

La comunidad es un territorio tradicionalmente dada al ahorro. Al cierre del primer trimestre de este año, los depósitos de las administraciones públicas sumaban 2.776 millones de euros y los de empresas y hogares ascendieron los 58.698 millones. El total, casi 61.500 millones de euros, supone un nuevo récord histórico después de los picos alcanzados varias veces a lo largo de los últimos años. Sin embargo, hay otras alternativas más o menos convencionales para guardar el dinero. Y no todos los ciudadanos pueden permitirse ahorrar.

El 60% de los gallegos sí lo consigue en la actualidad, según la Encuesta de Competencias Financieras publicada recientemente por el Banco de España, elaborada entre los años 2016 y 2017. No hay ediciones anteriores para poder comparar la evolución de la capacidad de ahorro en la comunidad. El principal medio para hacerlo, siete de cada diez, son las cuentas corrientes. A las de ahorro recurre solo el 11%. De hecho, en el último año el importe acumulado en depósitos a plazo en Galicia se desplomó casi un 20%, en 3.500 millones de euros, por la escasa rentabilidad de este tipo de productos con los tipos de interés tan bajos que hay. Eso también explica que atesorar el dinero en metálico en casa se consolide como segunda opción de ahorro en la región.

Solo hay cuatro comunidades en las que el colchón es un recurso más usado que en Galicia. En Andalucía y Baleares llega al 50% de los ahorradores; un 45% en Canarias; y un 44% en Asturias. Estos niveles contratan con los de Aragón y Navarra, donde el ahorro en efectivo en el hogar se sitúa en el 23% y el 25%, respectivamente, según el informe del supervisor bancario.

El resto de fórmulas en Galicia son mucho menos frecuentes. Un 8% de los ahorradores opta por un plan de pensiones. Un 5% por fondos de inversión o compra de acciones y renta fija. Un 3% compra vivienda, una vía cada vez con más tirón por la gran rentabilidad de los alquileres en este momento. Y otro 4% da el dinero a familiares para que ahorren ellos o lo envíen como remesas.

¿Qué tipo de ahorrador esquiva a los bancos con sus ahorros? Los datos no están desglosados por comunidades, pero sí existe un perfil para el conjunto del país. Es más habitual que suceda entre los jóvenes -el 54% de los ahorradores de 18 a 34 años y el 37% entre los que llegan a los 44 años- frente a los de mayor edad, a partir de los 55 años (25%). Entre los parados e inactivos que no sean jubilados también el porcentaje supera el 50% y ronda ese nivel en los hogares con las rentas más bajas (hasta 14.500 euros). Aunque, como recuerda el Banco de España, "en distinta medida, este modo de ahorro se observa en prácticamente todos los grupos de edad, educación o renta".

"La posibilidad de ahorrar y los modos de ahorro formal e informar varían entre distintos grupos de la población", señala el estudio. A más edad, menos ahorro -entre los mayores de 65 años cae hasta el 45%-; y a mayor nivel educativo y renta, evidentemente, más posibilidades de hacerlo. Ocho de cada diez familias con rentas superiores a los 44.500 euros al año pueden aparcar parte de sus ingresos.

La inclusión financiera también puede medirse a partir del acceso a la financiación cuando se desequilibra el presupuesto doméstico. El 28% de los españoles revela que durante el periodo analizado por el Banco de España sus gastos superaron a los ingresos. Galicia está en esa misma media, el 27%. Para afrontar la situación, la mayoría, el 59%, tiró de ahorros. Un 35% pidió un crédito "informal" a amigos o en el trabajo. El 15% lograron un préstamo con garantía real o exprimieron el saldo de la tarjeta de crédito, mientras que solo un 5% crédito personal o empeñaron alguna propiedad. El 13% se vio abocado a posponer pagos.

¿Vivimos al día? Un 7% de los hogares de Galicia, sí. Tanto, que si se quedaran si la principal fuente de ingresos no aguantarían más de una semana sin pedir dinero o cambiarse de casa. Otro 8% no podría alargar la situación más de un mes. El 13% dice que soportaría la asfixia entre un mes y tres meses; y un 12% medio año, como mucho.

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