La memoria explicativa y la historia jurídica que acompañan la solicitud del concurso voluntario de acreedores de Pili Carrera subraya "la profunda crisis" sufrida por el segmento de alta gama del sector de la moda infantil desde 2007 a causa de la gran recesión. La compañía de Mos asegura que la situación no ha escampado aún "y que las dificultades de solvencia de la sociedad guardan relación con el desequilibrio entre la masa pasiva a corto plazo y la masa pasiva a corto plazo". Es decir, entre las deudas y los bienes y derechos que tiene. En el primer caso suman 5,1 millones de euros, mientras que el activo total ronda los 7 millones. "Es claro que la compañía se encuentra en situación de insolvencia actual", señala la jueza del Mercantil Número 2 de Pontevedra, Nuria Fachal, en el auto emitido ayer con la declaración del concurso, sobre el que advierte de la complejidad por el número de trabajadores.

Como se sabía, la justificación de Pili Carrera se vincula al fracaso de las conversaciones con las entidades de crédito que financian su actividad para renegociar las condiciones. Ya la pasada semana, cuando anunció su intención de solicitar el concurso, la textil gallega, una referencia en el mercado mundial, admitió su "incapacidad" para "hacer frente a las obligaciones contraídas con sus acreedores en los plazos acordados" en "un entorno complejo y competitivo". La mayor parte de la producción se fabrica y distribuye desde la central de Mos. Los red es una mezcla de tiendas propias, franquicias en España, Portugal, otros países europeos, Oriente Medio y América, además de los establecimientos multimarca y el comercio online. La plantilla está formada por 105 trabajadores en España y otros 15 en Portugal. "El concurso se tramitará conforme a lo establecido para el procedimiento ordinario, pues las cifras de activo y pasivo superan los cinco millones de euros -señala el auto-. Además, el elevado número de trabajadores es un indicador de su potencial complejidad".

La declaración de concurso incluye esta vez la intervención de las facultades de administración, por lo que todas las decisiones correrán a cargo del administrador concursal, el abogado Alberto García Pombo.

La falta de liquidez obligó a la cúpula de Pili Carrera a intentar a principios de este año la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal para el personal, en turnos durante los meses de menos actividad. Pero tardó poco en dar marcha atrás y anunciar una reestructuración interna sin tocar la plantilla.