China reaccionó ayer a la inminente entrada en vigor de nuevos aranceles en Estados Unidos a los productos chinos importados por valor de 200.000 millones de dólares con el anuncio de una nueva tanda de gravámenes a bienes estadounidenses por 60.000 millones de dólares.

El anuncio se produjo después de que horas antes el Ministerio chino de Comercio advirtiera de que estaba obligado a tomar represalias equivalentes, sin precisar cuáles, y pidiera al presidente estadounidense, Donald Trump, que rectificara "a tiempo".Pekín impondrá aranceles de entre un 5% y un 10% (los expertos barajaban que podrían ser de hasta el 25%, pero finalmente Pekín ha moderado las contramedidas) a unos 4.000 tipos de productos por valor de 60.000 millones de dólares.

La decisión se produjo apenas un día después de que se conociese que Estados Unidos aplicaría aranceles a más de 5.000 productos chinos, entre los que se incluyen bolsos, arroz o prendas textiles, y se les aplicarán gravámenes del 10%, que podrían incrementarse hasta el 25% a partir de enero si ambos países no alcanzan un acuerdo, según amenazó el mandatario estadounidense.

Es posible que la respuesta de China desencadene nuevas medidas del presidente estadounidense, quien, según avanzó ayer, está dispuesto a imponer una nueva oleada de tarifas a productos por valor de 267.000 millones de dólares en caso de que hubiera reacción de Pekín.