Con el ferri para Trasmediterránea encarando su fase final y sin más pedidos en el horizonte, la plantilla de Factorías Vulcano abraza la posibilidad de que el astillero vigués dé entrada en su capital a nuevos inversores. "Aplaudiríamos con las orejas si finalmente se produce la operación y traen carga de trabajo", apuntan desde el comité de empresa, en referencia a las negociaciones que mantiene la familia Santodomingo -propietaria de la compañía- con un armador turco, tal y como avanzó FARO en exclusiva este lunes.

El astillero, con 79 trabajadores en nómina, ha firmado ya un precontrato con un armador turco, cuya ejecución se encuentra a expensas de la entrada en vigor de la construcción de al menos un buque antes de final de año. Una operación que sería contemplada con buenos ojos por la plantilla, que se decanta por esta opción en lugar de una entrada en liquidación y posterior absorción por otro astillero gallego. Los trabajadores de Vulcano se muestran a favor de esta vía al entender que despejaría la incertidumbre que siempre rodea a un proceso concursal y que, a su juicio, ofrecería más garantías de continuidad a los trabajadores que componen la plantilla en la actualidad. "Si la empresa fuese absorbida habría una integración de plantilla y la permanencia de los trabajadores no estaría ni mucho menos asegurada", comentan.

A esto se suma otro factor. La posible llegada de socios turcos -que no superarían el 50% del capital de Factorías Vulcano- llevaría aparejada la llegada de un pedido inmediato para el astillero de Teis. "Es algo que veríamos con ilusión", señalan fuentes sindicales, que exigen actividad para el astillero con la mayor brevedad posible. "Nos consta que la empresa está pujando por pedidos, pero aún en caso de que se lograse su adjudicación, estamos hablando de barcos que no entrarían en vigor hasta dentro de seis u ocho meses y no podemos esperar. Necesitamos carga de trabajo cuanto antes", apuntan.

Lograr pedidos es la prioridad para un astillero que aún no se ha subido a la recuperación que protagoniza la industria naval gallega. Factorías Vulcano no ha cerrado ninguna nueva construcción en los últimos once años y su único pedido en cartera -el Villa del Teror, para la naviera Trasmediterránea- encara su recta final. Su fecha de entrega estaba prevista en un primer momento para el pasado 28 de junio, aunque, finalmente, esta se ha pospuesto sin fecha por detalles técnicos.

La necesidad de llevar un nuevo buque a las gradas del astillero ha llevado al equipo propietario a replantearse la que hasta ahora había sido una de sus líneas rojas. Y es que la entrada de un nuevo socio fue una opción que la familia Santodomingo -que controla la compañía a través de la sociedad Astilleros la Mecánica- descartó incluso cuando la compañía se encontraba inmersa en concurso de acreedores.

La llegada de inversores contaría con el beneplácito de la Xunta de Galicia. El Ejecutivo autónomico, cuya implicación fue clave para cerrar el acuerdo de financiación del ferri para Trasmediterránea, ofrece su respaldo y su apoyo a la llegada de nuevos inversores siempre y cuando la operación "aporte garantías y posibilite carga de trabajo" para el astillero vigués.