Es habitual que agosto no traiga buenas noticias para el mercado laboral en un país como España, donde los servicios mueven casi siete de cada diez euros de la actividad y el turismo es un sector esencial, preocupado ahora por la ralentización en la llegada de visitantes. Y este fue el peor desde 2011. Se acaba la campaña estival y el paro aumentó un 1,5%. Hay 47.047 personas más que en julio esperando un puesto, hasta un total de 3.182.068. El número de desempleado en Galicia alcanza los 164.424, lo que supone una subida de 1.012, el 0,6%, el primer ascenso en un agosto en los últimos siete años y después de seis meses consecutivos a la baja, según el balance publicado ayer por el Ministerio de Trabajo. Peores son los datos de la afiliación a la Seguridad Social. La comunidad destruyó el pasado mes 1.158 ocupaciones.

Los servicios registraron un alza de 1.134 parados en Galicia, un 1% por encima de julio. Pero es la industria la que proporcionalmente soporta el mayor crecimiento, del 2,4%, con 450. El resto de actividades se alejaron de la tónica general, especialmente la construcción, con un retroceso del desempleo del 2,4% (347 personas menos). El descenso en agricultura fue del 0,9% (49) y del 1,2% (176) en el colectivo sin empleo anterior.

La inmensa mayoría de los nuevos parados en la región están en Pontevedra, con un aumento del 1,7% (1.045). También se elevó el desempleo en Ourense, en 123 personas (0,7%), mientras que tanto en A Coruña como en Lugo disminuye un 0,2%.

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Aún así, Galicia no está entre las regiones con peor comportamiento laboral el pasado agosto. Hay tres por encima del 3%. Son Baleares, con un incremento del 3,7% en el volumen de desempleados; Cataluña (3,1%); y Murcia (3,1%). Les siguen Comunidad Valenciana y País Vasco, ambas con tasas superiores al 2%. Los menores incrementos se dan en Navarra (0,3%) y Canarias (0,1%); y en las dos ciudades autónomas, las únicas excepciones en las subidas.

Tanto en el caso de cotizantes como de parados, Galicia mantiene todavía cifras positivas en comparación con agosto de 2017. Desde entonces, el número de afiliados aumentó un 2,1% (21.497) y hay 16.700 parados menos (9,2%). Es la segunda mayor bajada anual entre todas las comunidades, como destaca Covadonga Toca, secretaria xeral de Emprego, que destaca que Galicia se mantiene por encima del millón de cotizantes "por tercer mes consecutivo". Algo que achaca a "la estabilidad" de la región y a la apuesta de la Xunta por la formación y las políticas activas en el empleo.

Los sindicatos, en cambio, critican la "fragilidad" del mercado laboral gallego. El dato de paro conocido ayer "no puede ocultar los altos índices de rotación laboral y precariedad", dice UGT. Galicia, según CCOO, es "incapaz" de consolidar los puestos creados en verano y reclama un cambio de modelo productivo que acabe con la temporalidad. Para la CIG es "muy preocupante" ese cambio de tendencia en agosto y se une a la petición de un giro en las políticas económicas y laborales "para frenar el empobrecimiento de las clases trabajadoras", apunta Paulo Carril, secretario xeral de la formación.

Efectivamente la eventualidad sigue siendo uno de los principales males. Se firmaron 99.700 contratos, un 15,9% menos, y solo un 8,6% fueron indefinidos desde el principio o temporales convertidos en fijos. Eso sí, los primeros bajaron un 17,5% y los indefinidos aumentaron algo más de un 6%.