Parte de los casos que se registran de cesión de viviendas en España se dan entre padres que deciden donársela a sus hijos en vida por ser más atractivo fiscalmente, ya que permiten pagar menos impuestos que los que corresponderían con el impuesto de sucesiones. Así, aunque continúan residiendo en el mismo domicilio, las estadísticas pasan de contabilizarla como una vivienda propia a considerar que es de cesión gratuita (los propietarios son ahora sus hijos).

El recurso a las donaciones en vida para esquivar el pago de impuestos por sucesiones alcanza menor relevancia en comunidades como Galicia. Casi el 99% de los contribuyentes gallegos está exento de abonar este tributo después de la reforma fiscal que elevó de 125.000 a 400.000 euros el importe del legado a partir del cual hay que tributar, lo que permitió que casi 63.000 herederos eludiesen este impuesto en el primer año con las nuevas reglas de juego. Por el contrario, autonomías como Asturias, Castilla y León, Cantabria, Extremadura y Murcia se sitúan en el lado opuesto, al ser las comunidades que más carga fiscal aplican a las sucesiones.