La huelga de pilotos de la compañía aérea irlandesa Ryanair se salda ya con la cancelación de 76 vuelos con origen o destino en España, todos ellos conexiones con aeropuertos alemanes. Las cancelaciones, afectan a aviones que debían partir ayer, en su primer vuelo del día, desde alguno de los países en huelga -Alemania, Bélgica, Irlanda, Suecia y Holanda- pero no, en principio, a los aparatos que iniciaban su actividad en España, donde no hay paro convocado.

El número de vuelos cancelados podría aumentar en las próximas horas en España, donde se verán afectados unos 14.000 pasajeros, según cálculos de los sindicatos irlandeses. Los aeropuertos más afectados hasta ahora son los de Palma de Mallorca, con 24 vuelos; Málaga, con doce; Alicante, con diez; Madrid, Girona y Sevilla, con seis; y Barcelona, con cuatro.

Según Ryanair, que no ofrece datos desglosados de España, el total de cancelaciones en Europa asciende a 396 vuelos. De ellos, 250 tiene origen o destino en Alemania; 104, en Bélgica; 22, en Suecia; y 20, en Irlanda.

Ante la oleada de cancelaciones de vuelos a pasajeros españoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter asegurando que el ejecutivo velará por que se cumplan sus derechos. "El Gobierno estará vigilante de que se cumplan estos derechos de los pasajeros afectados por las cancelaciones de la huelga de pilotos de Ryanair en Alemania, Bélgica, Irlanda y Suecia, pero que puede repercutir en vuelos con origen o destino en aeropuertos españoles", afirmó en la red social.

También compartió el tuit de Moncloa, que anuncia que los pasajeros que puedan verse afectados por los paros de Ryanair tienen "derecho a asistencia y al reembolso o transporte alternativo hasta su destino final".

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), informó a los pasajeros españoles que puedan verse afectados por las cancelaciones de la huelga de pilotos que la aerolínea está obligada a pagar compensaciones de entre 250 y 600 euros, según la distancia. La institución dependiente del Ministerio de Fomento argumenta que la cancelación de vuelos por una huelga del personal de la propia compañía no es una circunstancia extraordinaria, por lo que la aerolínea está obligada a indemnizar a los usuarios si no ha cumplido con unos requisitos relativos al tiempo de aviso de la cancelación -dos semanas- y realizado una propuesta de transporte alternativo con unas determinadas condiciones.