Citic, dueña de la porriñesa Censa, ha comprometido una inversión de 350 millones de euros para construir dos plantas en Marruecos a través de su filial Dicastal, líder en el sector de las llantas de aluminio. Esta empresa de componentes suministra en la actualidad a las principales marcas del mercado y prevé fabricar seis millones de unidades al año en suelo magrebí. Con este movimiento el país gana la partida a Galicia y Portugal a la hora de captar a un nuevo proveedor del sector de la automoción y se convierte en un referente en la factura de este tipo de componentes, ya que Dicastal se sumará a la coreana Hands Corp, que construye un planta en Tánger. Entre ambas pueden llegar a fabricar cerca de 15 millones de unidades por año para nutrir el mercado africano y europeo.
La firma del acuerdo entre el Gobierno marroquí y la empresa tuvo lugar la semana pasada en Rabat. Desde la Administración explicaron que la inversión incluye la creación de 1.200 puestos de trabajo que se repartirán en las dos plantas que incluye el proyecto. La primera de ellas se instalará en el mismo emplazamiento que la fábrica del Grupo PSA, la localidad de Kenitra. Allí comenzarán la producción a finales de 2019 para luego "fortalecer su presencia en Marruecos a través de una nueva planta" en la zona de Tánger.
La firma fue realizada entre el ministro de Industria, Moulay Hafid Elalamy; el ministro de Economía, Mohamed Boussaid, y el vicepresidente de Citic y presidente de Citic Dicastal, Xu Zuo. Según explicó Elalamy, la construcción "deberían llevar menos de 10 meses" y el 90% de las piezas fabricadas "serán para exportación". Xu Zuo señaló por su parte que con esta operación la firma "ampliará su cobertura global y contribuirá al desarrollo industrial de Marruecos".
Inversiones
La instalación de Citic Dicastal en suelo marroquí supone un revés a las aspiraciones de Galicia a la hora de captar estas empresas de componentes del motor. En verano del año pasado una delegación de la Xunta viajó a China para intentar alentar este tipo de inversiones y, tal y como había publicado FARO en su edición del 7 de junio de 2017, el nombre de Dicastal estaba encima de la mesa. Sobre todo teniendo en cuenta que la dueña, Citic, ya había realizado inversiones en la comunidad con anterioridad tras hacerse con la compra de la calderera porriñesa Gándara Censa, que se hizo efectiva en 2011.
Rabat continúa fortaleciendo su pujante industria del motor, en la que en los últimos años ha sumado empresas del sector y también constructores. Allí se encuentran en la actualidad dos firmas, Renault (Casablanca y Tánger) y la Société Marocaine de Construction Automobile (Somaca, en Aïn Sebaa), y se están construyendo las fábricas de otras dos: el Grupo PSA (Kenitra) y la china BYD, de vehículos eléctricos. Con la intención de captar a un quinto fabricante, el país busca producir un millón de coches en 2025.
Rabat se ha esforzado a la hora de captar a nuevas compañías. Apoyados en una mano de obra mucho más barata que en Galicia o Portugal, Marruecos ha anunciado también otro tipo de incentivos como la exención del pago de impuestos durante cinco años.
