El que fue consejero delegado del banco irlandés Anglo Irish, David Drumm, fue condenado ayer a 6 años de cárcel por estafa. Drumm, de 51 años y que fue hallado culpable de falsear las cuentas y de fraude, se convirtió en un símbolo del catastrófico hundimiento de la banca irlandesa durante la crisis. Antes de ser sentenciado en Dublín, Drumm reconoció haber cometido un "enorme error" con esa estafa cuantificada en 7.200 millones de euros.