La industria de fabricación de componentes instalada en España, con uno de sus epicentros en Galicia alrededor de la factoría viguesa de PSA, cerró el pasado ejercicio con una facturación récord de 36.240 millones de euros, lo que supone un aumento del 7% respecto a 2016, al tiempo que creó 12.700 nuevos puestos de trabajo. El incremento de la cifra de negocio anual se explica por la mayor competitividad de las empresas del sector, así como por la recuperación económica y por el aumento del valor de los componentes, que incorporan un mayor contenido tecnológico, según la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto).

Durante la presentación del balance, la presidenta de la organización, María Helena Antolin, y el director general, José Portilla, destacaron el comportamiento de la contratación. La industria auxiliar alcanza así los 224.700 empleos directos y 364.000 entre directos e indirectos. Las plantillas se incrementaron un 6% respecto al ejercicio anterior, con puestos, según los responsables de Sernauto, "estables, de calidad y están repartidos por toda la geografía española".

Antolin se mostró "especialmente satisfecha" por los resultados del sector de 2017 y afirmó que dichas cifras son el resultado del esfuerzo "constante" de los proveedores para ofrecer a sus clientes los mejores productos y soluciones adaptadas a sus demandas. No obstante, aseguró que las empresas del sector deben seguir innovando y expandiendo su actividad a otros mercados, con el objetivo de mantenerse en el nivel actual y de seguir generando riqueza y empleo de calidad.