Los autónomos que cotizan para tener acceso a una prestación de desempleo cuando se vean obligados a abandonar la actividad son una gran minoría tanto en Galicia como en España y las dificultades que se encuentran para poder cobrarla una vez que cierran su negocio contribuyen a ello. El año pasado solo el 46,5% de los profesionales gallegos por cuenta propia que solicitaron la prestación por cese de actividad -por tanto son autónomos que habían cotizado para poder disfrutar de ella cuando se quedasen sin empleo- obtuvo una resolución favorable. Fueron un total de 128 de los 275 expedientes registrados en 2017 por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en la comunidad gallega, mientras que otras 125 recibieron un dictamen desfavorable, 13 estaban pendientes de resolver y en nueve fueron los propios solicitantes los que desistieron, con lo que concluyó de forma prematura su tramitación.

De las negativas recibidas por los empleados por cuenta propia de Galicia, la mayoría (74) fueron desfavorables por "no acreditar correctamente el cese" de actividad, seguidas de "otras causas", con 49 expedientes, "no estar al corriente del pago en las cuotas", con un caso, y "no tener cubierto el periodo mínimo de cotización", causa que también afectó solo a un autónomo.

La proporción de profesionales que abandonaron el año pasado el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y que solicitaron la prestación por el cese de actividad al haber cotizado por ello no llega ni al 1%. Según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en 2017 hubo 35.251 bajas de empleados por cuenta propia en Galicia, por lo que esos 275 que aspiraban a cobrar la prestación por desempleo representan solo el 0,78% del total. Mientras, los 128 que efectivamente lo lograron equivalen al 0,36% de todos los que pusieron fin a su iniciativa de autoempleo durante 2017.