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Los consejeros de Pescanova SA en la última junta de accionistas. // Cristina Graña

El futuro de la compañía

La "vieja Pescanova" afronta con un juicio a la pesquera su última tabla de salvación

Asume el riesgo de liquidación con un proceso en el que aspira a tomar el 20% del grupo, tasado en 800 millones -Cifra la condena en costas en 400.000 euros si pierde el envite

Pescanova SA se constituyó un 23 de junio de 1960 en Vigo. Ha querido la historia -y la huelga del personal de justicia- que 58 años después, casi el mismo día, encare una cita que pueda llevarla a la desaparición. Incluso pese a haber surcado el mayor concurso de acreedores no inmobiliario de la historia de España, de más de 3.500 millones de euros; incluso a pesar de haber vuelto a cotizar tras cuatro años expulsada del parqué. El próximo 20 de junio se celebrará un juicio entre la vieja Pescanova (antigua matriz del grupo) y la compañía que asumió todo su negocio pesquero y acuícola, Nueva Pescanova, por un pedazo de pastel de al menos 160 millones de euros. Si el juzgado desestima la querella "determinaría una probable condena en costas que, en caso de materializarse, y habida cuenta de la altísima cuantía del procedimiento, sería inasumible y abocaría a la liquidación". Si la atiende, la vieja Pescanova conservará el sueño de asumir el 20% de la Nueva SL.

El proceso estaba fijado inicialmente para el 21 de febrero, pero fue retrasado por el conflicto laboral en la justicia gallega. Pescanova SA argumenta en su querella que la ampliación de capital ejecutada el año pasado por el grupo pesquero fue arbitraria, que no era necesaria y que tenía como único objetivo la dilución "de manera determinante de su peso" en el accionariado de Nueva Pescanova. Antes de la ampliación, de algo más de 135 millones de euros, la vieja Pescanova tenía una porción del 20% en la pesquera; pasó después al 1,65%. Frente a lo aseverado por la compañía, la multinacional sí cursó una invitación a la antigua matriz para que participara en el aumento de capital, lo que a juicio de la banca -máxima accionista de la SL- será importante en el proceso judicial. De hecho en la propia web de la vieja Pescanova todavía figura una propuesta de su consejo donde consta que sí fueron invitados a participar. "Una vez el Consejo de Administración de la Sociedad ha informado sobre los términos y condiciones de la invitación a capitalizar", dice textualmente un documento de marzo del año pasado. Pero la SA incide ahora en lo contrario: "La Sociedad no pudo participar en dicha ampliación".

Para las entidades financieras es "determinante" el hecho de que la ampliación haya contado con el beneplácito judicial -el acuerdo fue sujeto a homologación- y, sobre todo, que la vieja Pescanova no lo hubiese impugnado durante el plazo habilitado por el Mercantil para hacerlo. "No tiene ningún sentido que lo hagan ahora". Es más, en el consejo de administración de Nueva Pescanova que dio vía libre al aumento de capital los dos representantes que tenía entonces la antigua matriz se abstuvieron en la votación.

Según los cálculos de la vieja cabecera del grupo, si el juzgado desestima la demanda las costas rondarán los 400.000 euros. El único activo del que dispone es la participación en Nueva Pescanova, de ese 1,65%, y de la que no prevé obtener dividendos hasta al menos 2029. Manuel Fernández de Sousa, Alfonso Paz-Andrade, Luxempart, Cartesian y José Antonio Pérez-Nievas continúan siendo los principales socios de esta compañía cotizada.

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