Blusens ingresó 1,5 millones de euros en apenas seis meses con las ventas de sus polémicos dispositivos WebTV, ahora retirados del mercado por orden del titular del Juzgado número 3 de Santiago, Andrés Lago Louro. Así lo anunció ayer la Policía Nacional que, tras decretarse el levantamiento del secreto de sumario, reveló que el número de investigados por esta trama asciende ya a seis personas y que esta operación realizada de forma conjunta con Europol se ha saldado ya con la incautacion de 4.600 descodificadores -ver imagen-.

La investigación, iniciada tras la denuncia de la Egeda (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales) a la que posteriormente se unieron Mediapro y la LFP (Liga de Fútbol Profesional) revela que estos dispositivos se comercializaban a través de más de 14.000 puntos de venta repartidos por todo el mundo y que, presuntamente, sus usuarios podían acceder sin pago de cuota alguna a contenidos reservados para suscriptores. "Un dispositivo que permitía el acceso ilícito a la señal de televisión de multitud de canales, algunos de acceso condicionado a pago", como lo califica la Policía Nacional, que añade que se "comercializaba en grandes superficies y de forma masiva un dispositivo multimedia que permitía visionar de forma gratuita contenidos televisivos y audiovisuales infringiendo derechos de propiedad intelectual".

El dispositivo WebTV ha sido retirado de todos los puntos de venta y, aunque el receptor se sigue encendiendo, tiene bloqueadas todas sus funciones de acceso a internet, por lo que queda inutilizado para acceder a los contenidos que ofrecía.Mientras funcionó con normalidad, antes del inicio de la investigación,"los contenidos televisivos y otros eventos deportivos,películas o series, se encontraban alojados en un servidor en Francia", según concluye la Policía Nacional.